En un momento en que muchas plataformas de streaming encarecen sus planes y llenan la pantalla de anuncios que resultan molestos para los usuarios/consumidores, Wikipedia ha impulsado una nueva alternativa pensada para cinéfilos pacientes: un servicio gratis, simple y centrado en películas clásicas. El nombre es WikiFlix y su propuesta se entiende en segundos: navegar un catálogo con estética con similitudes con la plataforma Netflix, elegir un título y darle play, sin pagar, sin crear cuenta y sin entregar datos personales.

A diferencia de los servicios comerciales, WikiFlix no compite por estrenos ni por series del año. Su fortaleza está en el cine de dominio público: obras cuyos derechos ya no restringen la distribución y que, por tanto, pueden compartirse legalmente. En la práctica, eso significa un archivo de historias antiguas —algunas en blanco y negro— que abarca desde drama y romance hasta terror, cine infantil y documentales de otra época.

La interfaz organiza el contenido en filas y colecciones temáticas que facilitan el descubrimiento. Puedes entrar por categorías como “dirigidas por mujeres”, “más vistas” o selecciones por géneros, y saltar de un clásico a otro sin la fricción típica de los registros, las pruebas gratis o las renovaciones automáticas.

El espíritu wiki también aparece en la curaduría. La plataforma permite también la participación de la comunidad: hay listas y filtros mantenidos por usuarios para depurar el catálogo, ocultar enlaces que traigan consigo problemas o señalar copias de baja calidad. Además, muchas películas se reproducen desde repositorios abiertos y conocidos —Wikimedia, Internet Archive o YouTube—, lo que explica que, pese a la antigüedad, varios títulos se vean sorprendentemente bien.

Para quien busca un cine que rara vez aparece en Netflix, Disney+ o Max, WikiFlix funciona como una puerta rápida a un “museo” audiovisual: gratuito, ligero y disponible en cualquier momento. Y sin publicidad intrusiva.

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