En un nuevo episodio de abuso de poder, agentes de la Policía Nacional (PNR) de Cuba decomisaron alimentos a los pasajeros de un ómnibus Yutong con destino a La Habana.

Entre los productos incautados se encontraba una modesta cantidad de pescado que una mujer llevaba consigo.

El operativo, realizado sin justificación clara, ha generado indignación entre la población, que enfrenta una grave crisis alimentaria.

La escasez de alimentos en Cuba ha obligado a muchos ciudadanos a buscar alternativas para alimentar a sus familias.

En este contexto, el transporte de productos alimenticios entre provincias se ha convertido en una práctica común.

Sin embargo, las autoridades han intensificado los decomisos, alegando que se trata de actividades ilícitas.

En este caso, la PNR no ofreció detalles sobre el destino final de los alimentos incautados, lo que ha aumentado la desconfianza y el malestar entre los cubanos.

La falta de transparencia en estos operativos alimenta la especulación sobre el destino de los productos decomisados. Mientras tanto, la población continúa luchando por acceder a alimentos básicos a precios asequibles.

La situación refleja una vez más la desconexión entre las políticas gubernamentales y las necesidades reales del pueblo cubano.

Este informe se basa en una publicación de el perfil de Facebook de la opositora Ismaray Bacallao, que denunció el incidente en su perfil de Facebook.

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