Un vuelo de Spirit Airlines que se dirigía de Fort Lauderdale, Florida, a Puerto Príncipe se vio obligado a desviarse hacia Santiago, República Dominicana, después de recibir disparos mientras intentaba aterrizar en Haití. La situación dejó a una asistente de vuelo con heridas leves, según informó el medio estadounidense Miami Herald.

El incidente tuvo lugar en un contexto de creciente violencia alrededor del Aeropuerto Internacional Toussaint Louverture, en Puerto Príncipe, controlado en gran medida por grupos armados. Las autoridades haitianas decidieron suspender temporalmente los vuelos comerciales, afectando a varias aerolíneas que operan en la región, incluyendo JetBlue, Air Caraibes y Amerijet Cargo, cuyas rutas hacia la capital haitiana también fueron desviadas o canceladas.

Spirit Airlines confirmó que su vuelo 951 fue desviado por razones de seguridad y que tras una inspección en tierra se encontraron daños por proyectiles. La aerolínea retiró temporalmente el avión de servicio y gestionó otro vuelo para trasladar a los pasajeros de regreso a Florida. Asimismo, anunció la suspensión de sus vuelos a Haití hasta que las condiciones de seguridad mejoren.

Este no es el primer incidente de este tipo en el espacio aéreo de Puerto Príncipe. En octubre, un helicóptero de las Naciones Unidas también fue alcanzado por disparos de pandillas y tuvo que regresar al aeropuerto sin heridos de gravedad. La situación refleja la grave crisis de seguridad que atraviesa Haití, donde la violencia pandillera ha provocado que Estados Unidos emita alertas de “No viajar” para sus ciudadanos.

El contexto de violencia y tensión política en Haití se ha intensificado, especialmente tras la reciente designación de Alix Didier Fils-Aime como nuevo primer ministro por el consejo presidencial provisional. La situación ha generado inquietud en la población, al tiempo que líderes pandilleros como Jimmy Cherizier, alias "Barbecue", han lanzado advertencias a la ciudadanía para que eviten circular por las calles. En un reciente mensaje en redes sociales, Cherizier amenazó con nuevas oleadas de violencia y justificó sus acciones como parte de una supuesta defensa de la nación.

El país también cuenta con una misión de apoyo a la seguridad liderada por Kenia y respaldada por la ONU desde mediados de año, aunque su presencia no ha logrado reducir los enfrentamientos y homicidios. Según informes de Naciones Unidas, entre julio y septiembre se registraron al menos 1,223 muertos y 522 heridos debido a la violencia.

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