Desde el perfil de Naturaleza Secreta, llega un inusual reclamo, sobre las dificultades que implica para los cubanos que se van haciendo mayores el vivir en edificio, como le sucede a esta señora, Yarini que le falta una pierna y tiene otra, en estos momentos inmovilizada por un yeso.

Desde Facebook relatan que:

Era una cita esperada con el médico, la tercera en esas condiciones, luego de que un accidente le dañara su pierna y la dejara cubierta por un yeso por varias semanas. En su otra aparente pierna, subyace una prótesis como herida de una amputación anterior ante una grave enfermedad que amenazó su vida. Yarini siempre ha sido atendida en el hospital Enrique

Cabrera, mucho más conocido como el hospital Nacional, muy cerca de su casa, un apartamento que recibió con prioridad, ante su situación de salud. Por eso su drama no es precisamente tener vivienda propia y, por supuesto, menos que la reciban en el hospital, donde la atienden gratuitamente, como a todo cubano, es lograr bajar y subir de un cuarto piso, ahora más difícil. No le falta la ayuda de su esposo y de vecinos siempre dispuestos. Así es Cuba; pero Yarini necesita cambiar su apartamento por uno en bajos; ante esta historia: ¿no tendrá idéntica necesidad muchos más cubanos?

Más adelante, explican:

Muy cerca de su edificio de cinco pisos, típico de los construidos por las microbrigadas, nació recientemente una comunidad de edificios, felizmente mucho más bellos que el suyo; pero también de cinco pisos y sin elevador. ¿Cómo nuestra población notablemente envejecida podrá desplazarse fuera de su casa cuando vivan en un edificio sin elevador? Ahora nos urge construir nuevas viviendas para muchas familias que esperan por ellas, particularmente en #LaHabana y a ellas probablemente poco les importe el piso en que esté ubicada su nueva casa, pero es algo en lo que también hay que pensar y evaluar posibles soluciones para que personas como Yarini —a quien su médico le dio la buena noticia de que se recupera bien— no tengan que vivir la batalla de llegar al suelo y menos de empinarse sobre él.

Según datos ofrecidos por la Encuesta Nacional sobre

Envejecimiento de la Población 2017 (ENEP 2017), el 20.4 de la población de la isla es mayor de 60 años, y los números siguen poniéndose preocupantes.

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