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Hambre y oscuridad encienden la protesta popular en Oriente cubano

Redacción de CubitaNOW ~ jueves 22 de mayo de 2025

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La noche del 21 de mayo de 2025 marcó un nuevo capítulo de desesperación en el oriente de Cuba. Cientos de ciudadanos salieron a protestar en Santiago de Cuba y Bayamo, impulsados por el hambre y los apagones interminables. Las imágenes difundidas por redes sociales revelan el clamor de un pueblo asfixiado por la crisis: gritos de “¡corriente!” y “¡comida!” resonaron en la oscuridad como un grito de auxilio colectivo.

En el barrio Micro 9 de Santiago de Cuba, vecinos aprovecharon un apagón para salir a las calles, tal como informó el periodista independiente Yosmany Mayeta, quien dio cobertura a los hechos en medio de un contexto represivo.

Las protestas coincidieron con la transmisión de una Mesa Redonda en la televisión nacional donde el régimen intentó explicar la crisis energética, pero irónicamente, miles de personas ni siquiera pudieron verla porque llevaban más de un día sin electricidad. Esa paradoja avivó aún más la indignación popular.

“Los cubanos ya no gritan consignas ideológicas, sino reclamos básicos: luz y comida. El colapso del sistema no es ya un análisis teórico; es una experiencia cotidiana que se vive con hambre, oscuridad y miedo”. El hecho de que estas manifestaciones se produjeran en una de las regiones más vigiladas del país refleja la magnitud del hartazgo social.

En Bayamo, capital de la provincia de Granma, la situación fue igualmente tensa. En el reparto Jabaquito, ciudadanos bloquearon un puente como medida de protesta. La activista Idelisa Diasniurka Salcedo Verdecia compartió imágenes de la manifestación, que fue rápidamente reprimida por fuerzas policiales. También se reportaron concentraciones en la zona “20 de Siboney”, donde la presencia militar se hizo evidente tras el estallido del descontento.

“La respuesta del régimen fue predecible: corte masivo de internet, militarización de barrios y una ofensiva digital para fingir normalidad”, denunció Mayeta. Este patrón, repetido en protestas anteriores, busca aislar a los manifestantes y desinformar a la comunidad internacional sobre lo que realmente sucede en el país.

El oriente cubano, históricamente más empobrecido que otras regiones, sufre una crisis aún más aguda: la escasez de alimentos, medicinas y combustible se combina con apagones de más de 24 horas y una represión cada vez más violenta.

Hasta el momento, el gobierno no ha ofrecido declaraciones oficiales, manteniendo el silencio como única respuesta ante el colapso. Las protestas espontáneas del 21 de mayo no son hechos aislados, sino parte de un estallido social en aumento. Aunque el régimen intenta ocultar el deterioro, la calle está hablando con fuerza. La cobertura de Yosmany Mayeta y de Idelisa Diasniurka Salcedo ha sido clave para visibilizar estas realidades,






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