A pocas horas del impacto del huracán Melissa, los vecinos del poblado costero de Sigua, al sur de Santiago de Cuba, enfrentan una grave crisis humanitaria. La comunidad denuncia que no han recibido alimentos, pan ni leche para los niños, y que las autoridades locales no han dado la cara, dejándolos completamente desamparados ante la llegada de la tormenta de categoría 5.

Según declaraciones de los habitantes a través del periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada, la preocupación principal es la falta de recursos básicos que permitan sobrevivir los embates del ciclón.

“Estamos a poco tiempo de una catástrofe y el gobierno no da la cara. Nadie ha venido, nadie ha traído nada… Estamos desesperados”, expresó uno de los vecinos. La situación se agrava por la vulnerabilidad de la zona, ubicada a tan solo 25 kilómetros de Santiago de Cuba, con infraestructura insuficiente para soportar vientos de más de 250 km/h y marejadas costeras.

Los residentes critican que ningún representante del Consejo de Defensa Provincial ni de la Empresa de Comercio se haya presentado para organizar la distribución de víveres o coordinar evacuaciones. “Lo único que pedimos es que nos traigan alimentos antes de que el huracán nos deje incomunicados. No queremos morir de hambre antes que Melissa nos arrase”, añadió una madre con tres niños.

El abandono institucional reportado en Sigua refleja un patrón recurrente en las crisis que afectan al Oriente de Cuba, donde las alertas meteorológicas muchas veces no se traducen en acciones concretas de protección a la población.

La falta de combustible, suministros y asistencia estatal ha generado una gran tensión y miedo entre los habitantes, que se preparan para enfrentar la tormenta en condiciones extremas y con mínima protección.

En las redes sociales, la publicación recibió múltiples comentarios de personas que expresan su indignación ante la inacción gubernamental y muestran solidaridad con los afectados. La ausencia de un plan de emergencia visible y la falta de entrega de alimentos y recursos esenciales evidencia el abandono que sufren comunidades enteras en momentos críticos.

La situación en Sigua es un llamado urgente a la atención internacional y nacional: frente a huracanes de esta magnitud, la falta de preparación y de respuesta efectiva pone en riesgo vidas humanas y genera una crisis humanitaria que podría haberse evitado con medidas preventivas oportunas. La comunidad espera que, antes de que Melissa impacte la región, se tomen acciones inmediatas para garantizar alimentación y protección a los más vulnerables.

Fuente: Yosmany Mayeta

Recomendado para ti