La próxima edición de Eurovisión, prevista para mayo de 2026 en Viena, enfrentará un escenario inédito: varias delegaciones europeas han anunciado que no participarán en protesta por la presencia de Israel en el certamen, en medio de denuncias internacionales sobre violaciones a los derechos humanos en Gaza.

España, Irlanda, Países Bajos y Eslovenia fueron los primeros en confirmar su retiro poco después de que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) aprobara una serie de reformas internas sin someter a debate una posible exclusión de Israel. Las cadenas públicas de estos países habían advertido previamente que abandonarían el concurso si la organización no tomaba una posición clara respecto a la situación humanitaria en la franja palestina.

RTVE, la corporación española, justificó su salida por lo que calificó como un “incumplimiento sistemático” de Israel de los principios fundamentales del festival, además de las graves violaciones de derechos humanos denunciadas por organismos internacionales. En una línea similar, Avrotros —televisión pública neerlandesa— afirmó que la continuidad de Israel dentro del certamen excede los límites éticos de un servicio público. Su director, Taco Zimmerman, subrayó que la cultura puede unir, “pero no a cualquier precio”.

La radiotelevisión irlandesa RTÉ también confirmó su retirada, mientras que Eslovenia se sumó más tarde, señalando que la UER había ignorado el pedido de varios países de realizar una votación secreta sobre la presencia de Israel. Eslovenia aseguró que la falta de ese procedimiento motivó su decisión, y destacó que numerosas delegaciones —entre ellas Islandia, Bélgica y las ya nombradas— expresaron la misma preocupación. Bélgica, sin embargo, indicó que comunicará su decisión final más adelante.

Las críticas también apuntaron a lo que algunos consideran una inconsistencia por parte de la UER. La presidenta del consejo directivo de la televisión pública eslovena, Natalija Gorscak, recordó que la organización expulsó rápidamente a Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022, mientras que ahora evita tomar una decisión similar respecto a Israel pese a la presión de la opinión pública. “El público lleva años exigiendo que se excluya a los países que atacan a otros. Debemos mantener los estándares europeos de paz y entendimiento”, afirmó.

La asamblea general de la UER, compuesta por 68 cadenas de 56 países, votó mayoritariamente a favor de reformas técnicas para el certamen, incluyendo la reducción del peso del televoto, la reinstauración de los jurados profesionales en semifinales y nuevas medidas de seguridad contra el fraude. Los cambios fueron aprobados con 738 votos a favor, 264 en contra y 120 abstenciones. Debido a este resultado, no se abrió un debate adicional sobre la situación de Israel, lo que generó aún más inconformidad entre los países que ahora anunciaron su retirada.

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