Un nuevo acto de vandalismo ha dejado sin servicio de telefonía fija a más de 200 hogares en los consejos populares Cai y Los Ángeles del municipio de Marianao, en La Habana. Es la tercera vez en lo que va de año que se reportan hechos similares en la zona, afectando no solo a la población, sino también a instituciones esenciales como la Empresa de Equipos Médicos, que depende de estos sistemas para la comunicación y coordinación de servicios de salud.

Este tipo de actos no solo provocan la interrupción del servicio, sino que también generan demoras en la restitución debido a la escasa disponibilidad de recursos técnicos y materiales por parte de la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA).

La reposición de los cables o equipos dañados requiere tiempo, gestión y financiamiento que muchas veces no están disponibles de inmediato.

El vandalismo a la infraestructura de telecomunicaciones no es un problema exclusivo de Marianao. En municipios como San Miguel del Padrón y Arroyo Naranjo, también se han reportado incidentes similares, como el robo de cables de cobre y la destrucción de gabinetes de conexión.

Estos hechos afectan gravemente a comunidades enteras, muchas de ellas compuestas por adultos mayores que dependen de la telefonía fija para mantenerse en contacto con sus familiares o solicitar ayuda médica.

El vandalismo se refiere a la destrucción intencional de bienes públicos o privados. En el caso de las telecomunicaciones, suele tener motivaciones económicas (como el robo de materiales valiosos), pero también refleja una falta de conciencia ciudadana o una manera de demostrar el descontento que vive el pueblo.

La denuncia ciudadana, el trabajo comunitario y el fortalecimiento de la vigilancia pueden ser herramientas efectivas para combatir estos hechos y proteger los servicios esenciales.

Con información de Lázaro Manuel Alonso

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