Cuatro décadas después de su estreno, el icónico filme cubano Vampiros en La Habana, dirigido por Juan Padrón, retorna a la Isla en una nueva exhibición, gracias a la copia original de la película que se había mantenido guardada por años en las bóvedas de la Corporación de Radio Televisión Española (RTVE) en Madrid. La noticia fue confirmada por el presidente del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Alexis Triana, quien en su cuenta de Facebook detalló que, como parte de un acuerdo entre RTVE y el ICAIC, la cinta será proyectada próximamente en los cines de Cuba.

Triana expresó su agradecimiento a los responsables de este gesto, destacando en particular a Esther Elorza, jefa del Conservación de Archivo y Filmoteca de RTVE, a su colaborador Álvaro Hernández, y al director general del Instituto de Cine de España (ICAA), Ignasi Camós Victoria, por su "solidaria gestión". También agradeció a Silvia Padrón y al Proyecto La Manigua por hacer posible que el público cubano pueda disfrutar de esta valiosa copia de la película, coproducción entre RTVE y el ICAIC realizada en los años setenta.

Vampiros en La Habana es una película de animación que combina humor y crítica social, narrando las luchas entre clanes de vampiros mafiosos en Cuba, en plena dictadura de Gerardo Machado, en los años 30. La historia gira en torno a la búsqueda de una fórmula que permita a los vampiros resistir la luz del sol. La película tiene un gran significado dentro de la cultura popular cubana, y muchas de sus frases y expresiones continúan siendo citadas por los cubanos hoy en día, como: "Uuummm, Pepitommm, Brunommm, búscalo, para que tomemmm su vampisol", "¡Ehhyyy tú, tarruuuuu!", "¡Oye, el de la trompetica... ¿Tú no trabajas mañana?!" o "¡Enfermeraaaaa!".

El filme recibió el Tercer Premio Coral en el VII Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana en 1985, y el Diploma de Honor en el IX Festival Internacional de Cine de Quito en 1986. En 1989, el Consejo Cultural del Instituto de Cine de España la incluyó entre las 30 mejores películas de animación, consolidando su estatus como una de las obras más relevantes de la animación hispanoamericana.

La influencia de los personajes y las caricaturas de Juan Padrón, creador de Vampiros en La Habana, ha sido trascendental en varias generaciones de cubanos. Padrón, quien se graduó en 1978 en la Licenciatura en Historia del Arte en la Universidad de La Habana, comenzó a trabajar en los Estudios de Animación del ICAIC en 1973. Su carrera artística comenzó diez años antes, en 1963, como humorista en el semanario Mella, donde publicó historietas y chistes en suplementos como El Sable, La Chicharra y Dedeté.

En 1970, Padrón creó su famoso personaje Elpidio Valdés, quien debutó en las páginas del semanario Pionero antes de evolucionar a la animación y al cine. Elpidio Valdés se convirtió en uno de los personajes más queridos y emblemáticos de la animación cubana.

A lo largo de su carrera, Juan Padrón recibió numerosos galardones, entre ellos el Premio Nacional de Humor en 2004, el Premio Nacional de Cine en 2008, y la Distinción por la Cultura Nacional. Fue también galardonado con la Medalla Alejo Carpentier y varios premios Coral en el Festival de Cine de La Habana. Tres de sus películas forman parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Además, trabajó junto a su amigo Quino en la creación de las series Quinoscopios y Mafalda y sus amigos. Para Canal Plus, Padrón realizó las series Cineclips-Juan Padrón y Erotips.

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