Un video compartido por el escritor cubano Rodolfo Alpízar Castillo en su perfil de Facebook ha desatado una ola de indignación en redes sociales.

En las imágenes se observa a un niño, visiblemente alterado y sin control, bajo los efectos de una sustancia conocida popularmente como “la bomba” o “el químico”, una peligrosa droga callejera que circula en varios barrios de La Habana.

El video no solo ha generado conmoción por el estado del menor, sino también por la pasividad con la que se maneja esta crisis en sectores urbanos.

Entre los comentarios destacados está el de la usuaria Aloima López Cotarelo, quien escribió: “Es una pena, pero los tengo a una cuadra de mi casa… la venden en la calle Salud”, refiriéndose a una céntrica zona del municipio Centro Habana.

La sustancia en cuestión, conocida en las calles como “el químico”, ha sido denunciada en múltiples ocasiones por su fácil acceso, su bajo costo y sus devastadores efectos neurológicos.

Se trata de una mezcla altamente tóxica de químicos sintéticos, supuestamente utilizados originalmente como insecticidas o tranquilizantes animales, que ahora circulan como droga entre adolescentes y jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Alpízar acompañó el video con un llamado urgente a la conciencia social y a las autoridades: “Esto no puede ser normalizado. No podemos dejar que los niños crezcan viendo esto como parte de la vida cotidiana”. Su publicación se ha compartido decenas de veces en pocas horas y ha sido comentada por figuras del ámbito intelectual y activistas cubanos que exigen respuestas inmediatas.

La denuncia también pone en evidencia la falta de control sobre la distribución de estas sustancias, que se venden abiertamente en barrios densamente poblados.

Vecinos de la zona han confirmado que es común ver a jóvenes en estado alterado caminando sin rumbo, y que la venta se realiza a plena luz del día.

Mientras el silencio institucional persiste, las redes sociales se han convertido en el único espacio donde se visibiliza el impacto devastador de estas sustancias en la niñez y juventud cubanas.

Lo que muestra este video no es solo a un niño drogado: es el retrato de una emergencia que no puede seguir ignorándose.

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