El padre camagüeyano Alberto Reyes Pías no se detiene en sus aguzadas críticas a la dictadura: 'He estado pensando… (LXVI)'
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 5 de diciembre de 2024
"Si no fuera porque, en realidad es un drama, la situación de Cuba pudiera compararse con una comedia de humor negro. En el escenario, una obstinada y triunfalista propaganda gubernamental, que insiste en “una Cuba que progresa”, en un pueblo que se eriza de emoción ante sus líderes; en una sociedad llena de fervor revolucionario y de deseos inquebrantables de lucha y resistencia. En un sistema social “del pueblo y para el pueblo”, “de los humildes y para los humildes”.
"Detrás del escenario, la realidad inocultable de un gobierno que se ha hecho ajeno a la realidad de su pueblo, que es incapaz de ofrecer las condiciones para una vida mínimamente digna, que es indiferente a los problemas, las carencias y los sufrimientos de la gente. La innegable verdad de un gobierno que ha perdido a su pueblo, que se ha desconectado tanto de las necesidades como de las aspiraciones y esperanzas de aquellos a los que un día, ya muy lejano, juró servir.
"En esta grande y terrible obra de teatro, asistimos a la escena de la lucha entre el retoño y el hacha, entre la explosión imparable de la primavera y las botas implacables que buscan, desesperadamente, aplastar cada brote de vida.
"Y así, una y otra vez, asistimos a manifestaciones pacíficas y a detenciones silenciosas y discretas, a voces que se alzan y rejas que se abaten sobre esas voces, a personas que se plantan y a órdenes de arresto, a la verdad abierta en las redes sociales y a la amenaza y el amedrentamiento, a carteles desplegados y al castigo implacable al que lo porta… en fin, la lucha desesperada por frenar una primavera imparable, decidida a imponerse después de una larga y devastadora sequía.
"Es un drama terrible, pero lo hermoso de esta parte del drama es la multiplicación de los rostros, las oleadas sucesivas de voces que dicen: “Basta”, la expresión continuada y en todas partes de la verdad que nuestro pueblo está viviendo. Rostros, voces, manos… conscientes de los precios que pueden ser obligados a pagar. Definitivamente, nos rodean infinitos heroísmos.
"Y esto también es una buena noticia, porque es el mejor antídoto contra los mesianismos terrenos, es lo único que puede salvar a Cuba del caciquismo que ha padecido desde los inicios de su historia. Una Cuba nueva necesita ser plural en todo, pero especialmente en lo político, alejada de los líderes únicos e incuestionables.
"Somos un pueblo que ha cometido muchos errores, pero también un pueblo con una tradición hermosa de heroísmos de todo tipo, y ese espíritu no ha muerto. Por eso, en muchos sitios, en muchos momentos, siguen surgiendo los gestos y las voces que reclaman la deseada libertad; por eso, a pesar de las hachas y las botas, siguen, y seguirán brotando los tallos hermosos de ´pinos nuevos´; esos que, a la larga, terminarán cubriendo la tierra ahora desforestada y muerta"