¡Urgente! Familias huyendo, pueblo paralizado. Noche de terror en Weatherford, EE.UU.
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 14 de noviembre de 2025
Lo que ocurrió en Weatherford, Oklahoma, parece sacado de una película de desastre, pero fue real, caótico y profundamente alarmante. Una fuga masiva de amoníaco anhidro —uno de los gases industriales más peligrosos— convirtió la noche en una pesadilla para cientos de familias que despertaron con un olor sofocante, sirenas y golpes desesperados en sus puertas.
Todo comenzó cuando un camión cisterna estacionado detrás del Holiday Inn Express empezó a liberar el gas debido a lo que las autoridades describen como una falla mecánica, posiblemente una válvula rota o un sello defectuoso. Lo que siguió fue una cadena de emergencia pocas veces vista en una ciudad pequeña: bomberos con máscaras, evacuaciones forzosas, adultos mayores en camillas y niños cargados a toda prisa aún en pijamas.
Entre 500 a 600 personas fueron obligadas a abandonar sus casas en plena noche, mientras que otras permanecieron encerradas bajo órdenes estrictas de no salir. El hospital de Weatherford colapsó temporalmente con 36 personas atendidas, varias con problemas respiratorios severos, y al menos cuatro en estado crítico según reportes iniciales. Diez fueron trasladadas a centros médicos de Oklahoma City.
Las escenas que describen los habitantes son dramáticas: una mujer desesperada pidiendo auxilio porque la fuga estaba cerca de la casa donde su madre cuida a su abuela de 89 años, postrada en cama. La anciana no quería evacuar. “Esta es mi casa”, contestó entre lágrimas. Su nieta, exparamédico, tuvo que explicarle que el aire mismo podía matarla.
El amoníaco anhidro, incoloro pero de olor penetrante, quema ojos, piel y pulmones. En concentración alta es letal. Y lo que lo hace aún más aterrador es que este no es un accidente aislado. En la última semana hubo otro incidente en Mississippi y hace dos años cinco personas murieron en Illinois por una fuga similar.
Es un patrón que evidencia un problema: regulaciones débiles, mantenimiento insuficiente y vehículos cargando sustancias peligrosas estacionados literalmente a metros de familias, ancianos y niños.
La limpieza en Weatherford podría durar días. Equipos de materiales peligrosos, la Guardia Nacional y agencias ambientales monitorean el aire sin descanso. El camión ya no emite gas, pero la comunidad todavía vive con el miedo impregnado en cada rincón.
Lo ocurrido no es solo un accidente: es una llamada de alerta. Hoy fue un hotel y un vecindario. Mañana puede ser una escuela, una planta laboral o cualquier calle del país. Estados Unidos tiene que revisar urgentemente cómo se transportan y vigilan estos químicos. Porque esta vez hubo heridos… pero pudo haber habido muertos.
Fuente y foto: AP