Tres implicados en un asalto violento para robar 16 cerdos en Ciego de Ávila
Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 17 de diciembre de 2025
Un violento robo ocurrido en el poblado de Tres Golpes, en la provincia de Ciego de Ávila, vuelve a poner en primer plano el aumento sostenido de la delincuencia en Cuba, especialmente en zonas rurales donde el hurto de ganado y alimentos se ha convertido en un fenómeno cada vez más frecuente. La información sobre el caso fue difundida por el perfil oficialista Avileño de Corazón, una de las páginas que con mayor regularidad reporta hechos delictivos en el territorio.
De acuerdo con esa fuente, tres individuos —Yoandri Peña Proenza, Emilio Arzuaga Herrera y Willian Viñales— irrumpieron en una cochiquera particular con el objetivo de robar 16 cerdos, una cifra considerable si se tiene en cuenta la escasez de alimentos y el alto valor que ha adquirido la carne de cerdo en el mercado informal. Para cometer el delito, los implicados utilizaron violencia directa contra el custodio del lugar, a quien golpearon y dejaron amarrado, imposibilitado de defenderse o pedir ayuda.
El hecho no solo destaca por la cantidad de animales sustraídos, sino por el nivel de agresividad empleado. El uso de la fuerza física contra un trabajador rural refleja un patrón cada vez más común en delitos asociados al robo de alimentos: ya no se trata únicamente de hurtos oportunistas, sino de acciones planificadas que incluyen intimidación, lesiones y, en algunos casos, secuestro momentáneo de las víctimas.
Según relata Avileño de Corazón, los responsables pretendían sacar provecho económico inmediato de los animales robados, en un contexto donde la carne de cerdo alcanza precios prohibitivos para la mayoría de los cubanos. Este tipo de delitos se alimenta de la profunda crisis económica que atraviesa el país, marcada por la inflación, los bajos salarios y la incapacidad del Estado para garantizar el abastecimiento básico.
Más allá de este caso puntual, el robo en Tres Golpes se suma a una larga lista de incidentes similares reportados en distintas provincias. Campesinos y pequeños productores han denunciado reiteradamente la vulnerabilidad en la que se encuentran, obligados a proteger por sus propios medios animales que representan años de trabajo y, muchas veces, la única fuente de sustento familiar.
El caso de los 16 cerdos robados en Ciego de Ávila ilustra con crudeza esa realidad. No es solo un delito contra la propiedad privada, sino una señal del deterioro social que avanza en la isla, dejando a ciudadanos comunes expuestos a la violencia y a la inseguridad, en un contexto donde la crisis parece no tener fondo ni soluciones a la vista.