Una operación sin precedentes y la valentía médica logran salvar la vida de un niño en Manzanillo, Granma
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 28 de junio de 2025

Un estremecedor accidente de tránsito cambió la vida del pequeño Manuel, un niño de 12 años de Manzanillo, en la provincia de Granma. Mientras montaba su bicicleta, fue arrollado por un motorista a gran velocidad. El impacto le provocó un trauma craneal severo, con fractura frontoparietal y exposición de masa encefálica. Aunque llegó consciente al Hospital Infantil "Hermanos Cordové", su estado se deterioró rápidamente, y los médicos advirtieron que estaba al borde de un colapso neurológico y respiratorio.
El caso se tornó dramático cuando se constató que no podía ser trasladado al Hospital Provincial de Bayamo debido a su extrema inestabilidad. Ante ese panorama, el cirujano José Ángel Patiño Matamoros, especialista del hospital bayamés, decidió desplazarse él mismo hasta Manzanillo para intentar una intervención de emergencia en condiciones poco habituales.
El quirófano del "Hermanos Cordové" nunca había enfrentado una cirugía craneal de tal complejidad, pero la urgencia no dejó lugar a dudas: había que actuar de inmediato o el niño moriría.
"Era una situación desesperada. Teníamos exposición de masa encefálica, fragmentos óseos incrustados y una duramadre completamente rota. Fue un momento límite, donde cada decisión podía significar la vida o la muerte", relató el doctor Patiño Matamoros, visiblemente conmovido, al telecentro CNC TV.
Durante seis horas, el equipo médico luchó sin descanso. Superaron fallos en el instrumental, condiciones de trabajo adversas y una presión emocional desbordante. "Ni el salón de operaciones ni la terapia intensiva tenían experiencia en un caso como este. Fue una enseñanza para todos", aseguró el cirujano.
Contra todo pronóstico, la operación fue un éxito. Manuel sobrevivió, salió del estado crítico y, tras días de vigilancia intensa, pudo regresar a casa con su familia. Hoy se encuentra estable, en proceso de recuperación y rodeado del amor de los suyos. Su caso ha sido calificado como un milagro médico y un testimonio del coraje profesional en medio de las carencias.
Este suceso no solo evidencia el grave problema de los accidentes viales en Cuba, sino también el valor de los médicos que, incluso sin condiciones, no renuncian a salvar una vida.