Crisis eléctrica en Santiago de Cuba: venta de carbón por la libreta de racionamiento

Redacción de CubitaNOW ~ miércoles 22 de mayo de 2024

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En medio de una severa crisis eléctrica, Santiago de Cuba ha implementado la venta de carbón por la libreta de racionamiento como una medida para enfrentar los continuos apagones que afectan la región. Esta situación ha llevado a reajustes significativos en los horarios escolares y ha causado un impacto considerable en la vida cotidiana de los residentes. La venta de carbón por la libreta de racionamiento ha sido recibida con opiniones divididas. Para muchos, es un recordatorio de épocas pasadas, cuando el carbón era un recurso esencial para la cocción de alimentos y la calefacción en ausencia de electricidad confiable. La medida se implementó en respuesta a los frecuentes cortes de energía que han dejado a los residentes sin electricidad por períodos prolongados, afectando gravemente su calidad de vida.

La falta de electricidad no solo interfiere con las actividades domésticas básicas, como cocinar y refrigerar alimentos, sino que también tiene un impacto significativo en el acceso a información y comunicación. En un mundo cada vez más digitalizado, la interrupción del suministro eléctrico limita la capacidad de los ciudadanos para mantenerse informados y conectados, exacerbando el aislamiento y la desesperación.

Una de las áreas más afectadas por los cortes de energía es el sistema educativo. Las escuelas en Santiago de Cuba han tenido que reajustar sus horarios para adaptarse a los apagones, lo que ha causado interrupciones en el proceso educativo. Los estudiantes y maestros se enfrentan a desafíos adicionales, como la falta de luz para estudiar y enseñar, así como la imposibilidad de utilizar equipos electrónicos y tecnología en el aula. Estos reajustes han obligado a muchos centros educativos a adoptar horarios más flexibles y, en algunos casos, a reducir la cantidad de horas de clase diarias. Esta situación no solo afecta la calidad de la educación, sino que también pone una presión adicional sobre las familias, que deben ajustar sus rutinas diarias para adaptarse a los nuevos horarios escolares.

Además de la crisis eléctrica, Santiago de Cuba enfrenta un problema de salud pública con la hospitalización de ocho personas que presentan “síndromes febriles inespecíficos”. Este brote ha encendido las alarmas entre las autoridades sanitarias, que están tomando medidas preventivas para evitar una posible propagación. La combinación de problemas de salud y cortes de energía agrava la situación, ya que los centros de salud también se ven afectados por la falta de electricidad, lo que limita su capacidad para atender adecuadamente a los pacientes.

La crisis eléctrica también tiene implicaciones económicas significativas. La caída continua en el valor del dólar y el euro en Cuba está afectando tanto a la economía local como a las familias que dependen de remesas enviadas desde el extranjero. La devaluación de la moneda hace que sea más difícil para los cubanos adquirir bienes esenciales y enfrentar los costos adicionales asociados con la crisis energética. La falta de electricidad ha obligado a muchas pequeñas y medianas empresas a reducir o cesar sus operaciones, lo que ha llevado a una disminución en la producción y la oferta de bienes y servicios. Esto no solo afecta la economía local, sino que también agrava el desempleo y la inseguridad económica entre los residentes.

La situación en Santiago de Cuba es un reflejo de los múltiples desafíos que enfrenta la isla. La crisis eléctrica, combinada con problemas de salud pública y económicos, está poniendo a prueba la resiliencia de los cubanos. Las medidas adoptadas, como la venta de carbón por la libreta de racionamiento, son intentos desesperados por mitigar los efectos de los apagones, pero también subrayan la necesidad de soluciones a largo plazo para garantizar un suministro de energía estable y mejorar la calidad de vida de la población.


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