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Un robo frustrado en Cárdenas revela el verdadero desastre del sistema de distribución estatal

Redacción de CubitaNOW ~ martes 2 de diciembre de 2025

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El reciente caso reportado en Cárdenas, donde tres custodios de la Empresa Municipal de Alimentos fueron sorprendidos intentando forzar la puerta de un almacén para sustraer sacos de arroz, lejos de demostrar eficacia institucional o un supuesto clima de “Cuba segura”, expone la profundidad del deterioro social y económico generado por décadas de un sistema fallido.

Este episodio no es un hecho aislado; es solo el reflejo de un país donde la escasez, la miseria y la falta de transparencia han convertido la supervivencia en delito y la corrupción en rutina.

El arroz—producto básico y deficitario—se ha vuelto un bien casi inaccesible para miles de familias cubanas. No es casual que incluso los propios trabajadores encargados de custodiar los almacenes sean protagonistas de intentos de robo.

Cuando un Estado se proclama dueño absoluto de los alimentos, pero es incapaz de garantizarlos, la cadena de ilegalidades se vuelve inevitable. El gobierno intenta presentar este caso como una victoria del orden, pero en realidad demuestra el fracaso estrepitoso del modelo centralizado: trabajadores mal pagados, alimentos escondidos tras candados, y una población sometida a un sistema de racionamiento que ya no responde a las necesidades de nadie.

Mientras los medios oficialistas celebran la “rápida intervención” del agente que frustró el robo, el pueblo sabe que el verdadero problema no son tres custodios desesperados, sino el control férreo y poco transparente del Estado sobre los recursos básicos.

El arroz que intentaban sustraer, supuestamente destinado a la población, muchas veces no llega a la bodega, o llega racionado, húmedo o en cantidades insuficientes. ¿Cuánto de ese producto se pierde, se desvía o se comercializa por debajo del telón? Esa es la pregunta que nunca se responde.

Además, el discurso de “tolerancia cero” que acompaña este tipo de publicaciones oficiales solo busca maquillar la incapacidad del régimen para resolver la raíz del problema: una economía devastada, salarios que no alcanzan ni para una semana, y un sistema donde el ciudadano común es tratado como sospechoso mientras los verdaderos responsables continúan intocables.

Lo ocurrido en Cárdenas no es una victoria del Estado: es otra muestra de un país quebrado, donde incluso quienes deberían proteger los alimentos se ven empujados a intentar robarlos. Esa es la Cuba real que el oficialismo evita mencionar.

Del perfil: Con Todos la Victoria




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