Un juez federal en Rhode Island ordenó a la administración de Donald Trump cubrir la totalidad de los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) antes del viernes, rechazando así el plan del gobierno de realizar pagos parciales durante el cierre federal, que ya supera los 37 días y es el más prolongado en la historia de Estados Unidos.

La decisión, emitida por el juez Jack McConnell, obliga al Departamento de Agricultura (USDA) a utilizar todos los fondos disponibles, incluidos los de la Sección 32, que la administración se había negado a emplear. “Las pruebas demuestran que la gente pasará hambre, los bancos de alimentos se verán sobrecargados y se producirán sufrimientos innecesarios si el SNAP no recibe financiación completa”, afirmó el magistrado.

El programa SNAP, conocido como “cupones de alimentos”, beneficia a unos 42 millones de estadounidenses, entre ellos millones de niños, ancianos y veteranos. Sin embargo, la falta de aprobación de un presupuesto en el Congreso dejó al programa sin fondos asignados desde el 1 de octubre, fecha en que comenzó el cierre del gobierno.

McConnell acusó al gobierno de haber optado deliberadamente por retrasar la ayuda. “Ante la disyuntiva de impulsar la ayuda y afianzar la demora, optó por lo segundo, un resultado que agrava el daño y socava el propósito mismo del programa”, escribió el juez en su orden.

La administración Trump había planteado inicialmente pagar solo el 50% de los beneficios con un fondo de contingencia de 4.650 millones de dólares, cifra que luego aumentó al 65%, pero sin comprometer los recursos adicionales del Programa de Nutrición Infantil ni otros fondos disponibles. El juez calificó esa decisión como “arbitraria y caprichosa” y recordó que el USDA “tenía la obligación de prepararse desde el inicio del cierre para garantizar los pagos”.

Durante la audiencia, McConnell también citó una publicación del presidente Trump en Truth Social, donde escribió que los beneficios del SNAP “solo se otorgarán cuando los demócratas de la izquierda radical abran el gobierno”. Para el juez, esa declaración fue una admisión de que la Casa Blanca pretendía desafiar órdenes judiciales previas que exigían explorar todas las fuentes de financiamiento posibles.

La sentencia de McConnell se produjo poco antes de que una coalición de más de 20 estados —entre ellos Nueva York— presentara una solicitud similar ante otro tribunal federal en Boston. La fiscal general neoyorquina, Letitia James, celebró la decisión afirmando que “un juez de Rhode Island acaba de impedir que el gobierno federal dejara morir de hambre a millones de estadounidenses”.

El costo total de los beneficios completos del SNAP para noviembre asciende a 8.000 millones de dólares, una suma que, según el tribunal, debe ser garantizada “sin demora”. La administración Trump ya ha anunciado que apelará el fallo ante el Tribunal del Primer Circuito.

Fuente: CNBC

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