Un hombre identificado como Jesús Antonio González fue arrestado en el municipio de Cárdenas, provincia de Matanzas, tras herir a un intruso con un arma de fuego de fabricación artesanal. El incidente, ocurrido en la finca Zeopónico, ha reavivado el debate sobre la circulación de armas ilegales en Cuba y la inseguridad en zonas rurales.

Según informó el perfil oficialista Con Todos la Victoria, el hecho tuvo lugar en el Reparto "Fructuoso Rodríguez", cuando un hombre de 54 años resultó herido en el brazo mientras buscaba materiales en un vertedero cercano a la finca. La víctima, cuya identidad no ha sido revelada, declaró que solo intentaba recoger “un pedazo de zinc” para proteger un horno de carbón en su vivienda.

El propietario del terreno, al creer que estaba siendo víctima de un robo, habría disparado con un arma artesanal elaborada a partir del inyector de un tractor, impactando al intruso en el brazo. La persona herida fue trasladada a un centro médico y se encuentra fuera de peligro.

Mientras tanto, González enfrenta cargos por tenencia ilegal de arma de fuego y lesiones, según confirmaron fuentes locales.

El suceso ocurre en medio de una serie de incidentes recientes que reflejan una preocupante tendencia: la presencia y el uso de armas de fuego en la Isla, pese a su estricta regulación. A finales de octubre, un adolescente de 14 años fue herido de bala en Camagüey por el disparo “accidental” de un agente de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) durante un intento de detención.

En fechas cercanas, la misma fuente oficialista reportó que en Perico, Matanzas, fueron recuperadas varias armas de fuego —entre ellas revólveres, fusiles y una escopeta— supuestamente entregadas por ciudadanos que afirmaron haberlas heredado de familiares fallecidos.

Estos casos recientes apuntan a un fenómeno que el Estado intenta minimizar: el aumento del acceso a armas de fuego, tanto artesanales como heredadas o sustraídas, en un país donde la violencia armada, aunque poco visible, parece en ascenso.

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