El barrio habanero de Jesús María fue escenario de un hecho trágico que conmocionó a la comunidad.

En la intersección de Revillagigedo y Misión, apareció el cuerpo sin vida de un hombre con una puñalada mortal.

Según información difundida por el perfil de Facebook Cantalo TV, la víctima era conocida como “El Chino de Belén” o “El Nankuko”, aunque aún no se ha confirmado oficialmente su identidad.

El caso ha generado preocupación entre los residentes de la zona, quienes expresan su temor ante el aumento de la violencia en sus comunidades.

Este incidente se suma a una serie de hechos delictivos que han marcado el año 2025 en Cuba.

Según el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), entre enero y junio de 2025 se registraron 1.319 delitos, casi cinco veces más que en el mismo período de 2023 .

La creciente inseguridad en barrios como Jesús María puede atribuirse a varios factores.

La escasez de recursos y oportunidades laborales, sumada a la crisis económica que atraviesa el país, ha generado un ambiente propenso a la delincuencia.

Además, la falta de presencia policial y la percepción de impunidad en algunos casos han contribuido al aumento de delitos en diversas localidades.

El caso de Jesús María es solo uno de los muchos que reflejan la creciente preocupación por la seguridad ciudadana en Cuba.

Los residentes de barrios como San Miguel del Padrón, Centro Habana y otros han expresado su temor ante la ola de crímenes que afecta a sus comunidades.

La falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades ha generado desconfianza y frustración entre la población.

Es fundamental que se implementen medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y restaurar la tranquilidad en las comunidades.

La colaboración entre la población y las autoridades, así como el fortalecimiento de las instituciones encargadas de velar por el orden, son pasos necesarios para enfrentar la creciente ola de delincuencia en el país.

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