El humorista cubano Ulises Toirac ha instado al gobierno cubano a centrarse en el bienestar de los ciudadanos en la actualidad y no postergar el bienestar de la población para el futuro.

En una publicación en su cuenta de Facebook, Toirac expresó su opinión sobre el deber de un gobierno y la necesidad de abordar los problemas del presente.

Toirac enfatizó que "el deber es el de lograr bienestar en sus ciudadanos, no en los ciudadanos de dentro de 100 años, sino a los ciudadanos que gobierna".

Asimismo subrayó la importancia de atender las necesidades y preocupaciones de la población en el presente.

El humorista hizo una comparación entre la situación de Cuba y la de Vietnam, un país que, a pesar de haber sido devastado por la guerra, optó por mirar hacia el futuro y buscar soluciones para su población.

Toirac argumentó que el mundo de la década de 1960 no es el mismo que el mundo actual, y que no se puede planificar un futuro sin abordar los problemas y la miseria existentes en la actualidad. Hizo hincapié en que tomar decisiones y actuar es esencial para avanzar.

En su mensaje, el humorista también señaló que cometer errores es normal, pero persistir en ellos de manera irracional y, en algunos casos, criminal, no es una opción viable.

En los últimos meses, Ulises Toirac ha expresado abiertamente su preocupación por la crisis que enfrenta Cuba y ha sido crítico con el gobierno. Su postura le ha llevado a enfrentar consecuencias, como la censura por parte de las autoridades.

A continuación compartimos su mensaje:

El deber de un Gobierno es el de lograr bienestar en sus ciudadanos, no en los ciudadanos de dentro de 100 años, sino a los ciudadanos que gobierna. Los del hoy de ahora (pa ser redundantemente explícito).

Y la primera ley de toma de decisiones pasa por la factibilidad de los objetivos.

Los vietnamitas lo comprendieron. Luego de una guerra cruenta que incluyó desde napalm hasta trampas de estacas, decidieron dejar la guerra atrás y mirar al frente. Y no "se plegaron" (no hay demostrar que desde que existe ese pueblo hace cientos de años, no le temen a una guerra por sentirse soberanos; franceses, japoneses, chinos y americanos pueden atestiguarlo), simplemente decidieron, teniendo soberanía, mirar al futuro. Y para ello, tuvieron que solucionar una pila de rollos por el camino.

El mundo de los 1960 no es el mundo de los 2020 y la estabilidad de mañana no se resuelve con la peor de las miserias hoy. Todo lo contrario. Es simple la ecuación.

Tomar un camino es tan decisión como quedarse sentado. Todo genera consecuencias. Equivocarse es normal. Pero reequivocarse infinitamente es irracional y en algunos casos, criminal.

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