Las autoridades rusas informaron que la región de Moscú sufrió un ataque masivo con drones ucranianos, considerado el más grande desde el inicio del conflicto en 2022. El hecho ocurre en un contexto de intensificación de las hostilidades entre ambos países, previo a reuniones clave en Arabia Saudita sobre el futuro de la guerra.

Al menos tres personas perdieron la vida en los enfrentamientos más recientes: dos en la región de Moscú y una en Donetsk. Varias más resultaron heridas, y se reportaron daños en múltiples edificaciones.

El gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobyov, detalló que dos de las víctimas, incluyendo un hombre de 50 años, fallecieron en Vidnoye y Domodedovo, áreas situadas en las afueras de la capital. Además, al menos siete apartamentos fueron afectados por los ataques. Imágenes publicadas en redes sociales muestran vehículos calcinados y edificios con daños estructurales, mientras se llevaron a cabo evacuaciones de emergencia.

Por su parte, el alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, indicó que más de 70 drones fueron interceptados cuando se dirigían a la ciudad. Según el Ministerio de Defensa ruso, al menos 91 drones fueron derribados en la región de Moscú, mientras que un total de 337 fueron neutralizados en distintas zonas del país, con Kursk siendo la región más afectada.

Como medida preventiva, los aeropuertos de Moscú restringieron temporalmente los vuelos, mientras que dos aeropuertos en otras regiones del país fueron cerrados. También se registraron interrupciones en el tráfico ferroviario en la estación de Domodedovo.

Otros ataques fueron reportados en Riazán y Belgorod, esta última una región fronteriza con Ucrania, donde varios asentamientos quedaron sin electricidad debido a los bombardeos.

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