Los turistas que visitan Cuba han expresado su deseo de mejoras en el servicio eléctrico, así como en la calidad de los alimentos y la limpieza de las calles y espacios públicos. A pesar de destacar la amabilidad de los cubanos y la belleza natural del país, muchos visitantes señalan que los frecuentes apagones y las infraestructuras deterioradas afectan su experiencia.

En varias regiones de la isla, los cortes eléctricos pueden durar hasta 20 horas diarias, afectando tanto a locales como a turistas. Estas interrupciones de energía suelen ocurrir durante lo que el gobierno cubano llama "horario pico", complicando la vida cotidiana y las actividades turísticas al caer la noche.

Otro aspecto que genera preocupación entre los viajeros es la relación calidad-precio de las estancias en comparación con otros destinos del Caribe, como Cancún o Punta Cana. La oferta gastronómica y las instalaciones hoteleras de Cuba han sido percibidas como inferiores frente a los competidores, lo que ha llevado a algunos visitantes a reconsiderar sus opciones vacacionales.

Ante estos desafíos, el gobierno cubano está intentando reactivar el turismo, uno de sus sectores clave, con nuevas estrategias. Recientemente, se han lanzado iniciativas para atraer al mercado mexicano mediante la digitalización del trámite de la visa y la simplificación de la entrada de turistas. Estas acciones buscan compensar la caída en el número de visitantes de Canadá, el principal mercado emisor de turistas hacia Cuba.

Entre enero y junio de 2024, Cuba recibió 1.9 millones de turistas, 15.263 menos que en el mismo periodo del año anterior. A pesar de que destinos populares como La Habana, Varadero y Cayo Coco siguen siendo atractivos, la crisis económica y los problemas infraestructurales siguen representando grandes retos para la industria turística de la isla.

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