La administración de Donald Trump ha lanzado un programa que permite a los empleados federales recibir hasta ocho meses de salario como indemnización si renuncian voluntariamente antes de septiembre de 2025. La medida busca reducir el tamaño del gobierno y hacer más eficiente la administración pública.

La propuesta, confirmada mediante un correo oficial a los trabajadores, otorga solo dos semanas para aceptar la oferta. Se estima que entre el 5% y el 10% de los empleados federales podrían acogerse al plan, lo que representaría un ahorro de 100 mil millones de dólares para el gobierno federal.

El anuncio está comprendido en la iniciativa de Trump para reinstaurar el trabajo presencial en el gobierno federal. Actualmente, solo el 6% de los empleados asisten cinco días a la semana a sus oficinas. Trump ha dejado claro que el trabajo remoto no será permitido, afirmando: “Tienes que ir a tu oficina y trabajar. De lo contrario, no tendrás empleo”.

En paralelo, la administración ha endurecido los requisitos para los empleados federales. Un memorando de la Oficina de Gestión de Personal establece nuevos “estándares de idoneidad y conducta”, lo que implica evaluaciones más estrictas del desempeño y lealtad al gobierno.

Elon Musk, quien aportó 270 millones de dólares a la campaña de Trump, ha sido nombrado director del nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental. Su misión es reducir costos y eliminar posiciones consideradas innecesarias. Musk ha enfatizado la importancia de optimizar la burocracia y ha respaldado la política de despidos masivos para agilizar el gobierno.

El plan ha generado inquietud en sectores claves: la salud para veteranos, la seguridad alimentaria y el control del tráfico aéreo podrían verse afectadas si un gran número de empleados renuncia.

El presidente de la Federación Estadounidense de Empleados Gubernamentales, Everett Kelley calificó la medida como una “purga” de trabajadores que no se alinean con la administración. “Eliminar empleados públicos con experiencia tendrá consecuencias imprevistas y generará caos en servicios esenciales”. 

La administración ha firmado una orden ejecutiva llamada “Schedule Career/Policy”, que reemplaza la revocada “Schedule F”. Esta disposición facilita el despido de empleados de carrera, convirtiéndolos en puestos de libre designación, lo que permitiría mayor control político sobre la burocracia federal.

Mientras tanto, otros ven en el plan un paso hacia un gobierno más eficiente para el gran aparato gubernamental. En el gobierno de EEUU hay aproximadamente 2.87 millones de empleados federales civiles, según datos del 2024 de la Oficina de Gestión de Personal. Esta cifra no incluye a los miembros de las fuerzas armadas, que suman alrededor de 1.3 millones de militares en servicio activo y 800 mil en la Guardia Nacional y reservas.

Si se considera a todos los trabajadores del gobierno federal, incluyendo militares y empleados de agencias autónomas, el número total supera los 4 millones de personas.

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