Donald Trump ha iniciado su segundo periodo presidencial con una aprobación ciudadana que, según la encuestadora Gallup, se mantiene en apenas un 45%, ubicándose entre las más bajas jamás registradas para un presidente estadounidense en sus primeros tres meses en el cargo. Solo él mismo había tenido una cifra menor, cuando en 2017 obtuvo un 41% al comenzar su primer mandato.

De acuerdo con el promedio histórico, los presidentes electos entre 1952 y 2020 suelen registrar un 60% de aprobación en su primer trimestre. Líderes como John F. Kennedy y Dwight Eisenhower superaron el 70%, mientras que otros como Barack Obama, Ronald Reagan y Jimmy Carter se mantuvieron en el rango del 60%. Trump, en cambio, ha sido el único presidente con índices por debajo del 50% en ambos comienzos de mandato.

La baja popularidad de Trump refleja una profunda polarización: el 90% de los republicanos aprueba su gestión, mientras que solo un 4% de los demócratas la respalda. Entre los votantes independientes, el 37% muestra aprobación, una caída de nueve puntos respecto al inicio del actual mandato.

La percepción negativa se intensificó tras el anuncio, el pasado 2 de abril, de una serie de aranceles generalizados que afectaron a los mercados financieros. La Bolsa cayó bruscamente, el valor del dólar se debilitó y los bonos del Tesoro también se resintieron. Aunque Trump suspendió temporalmente algunos de esos aranceles una semana después, la incertidumbre económica no ha cesado.

En este contexto, solo el 44% de los estadounidenses dice confiar en que Trump tomará buenas decisiones económicas. De ellos, el 30% afirma tener “mucha confianza” y el 14%, “bastante”. En contraste, un 55% manifiesta tener poca o ninguna confianza en él en temas económicos. Este patrón también varía por afinidad política: el 89% de los republicanos confía en su gestión económica, frente al 37% de los independientes y apenas el 8% de los demócratas.

Gallup ha medido la confianza en la gestión económica presidencial desde 2001. Trump, que en su primer mandato comenzó con un 48% de respaldo en este aspecto, ahora registra un nivel similar (44%), a pesar del impacto de su nueva agenda comercial. Las cifras más altas en esta categoría fueron alcanzadas por George W. Bush en 2002 y Barack Obama en 2009, ambos con más del 70% de confianza ciudadana.

A pesar de su débil arranque, Trump sigue superando en popularidad a los líderes del Congreso y al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, quien también ha sido blanco de sus críticas. Solo el 37% de los ciudadanos dice confiar en Powell, con niveles de respaldo más altos entre republicanos que entre demócratas o independientes.

Aunque sus números no son alentadores, Trump mantiene una base partidaria sólida. Sin embargo, con la economía tambaleándose y la división política más marcada que nunca, el desafío será revertir la tendencia y recuperar la confianza del electorado más allá de su núcleo duro.

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