El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado un firme llamado al líder ruso Vladimir Putin para detener los ataques contra Ucrania, tras un devastador bombardeo nocturno sobre Kiev que dejó al menos nueve muertos y más de 60 heridos.

“Vladimir, ¡DETENTE! No hay necesidad de esto. No es el momento. 5,000 soldados están muriendo cada semana. Hagamos el acuerdo de paz”, escribió Trump en sus redes sociales, en un inusual mensaje directo al Kremlin.

El mandatario norteamericano, que ha adoptado una postura de mediador en el conflicto entre Rusia y Ucrania, expresó su frustración ante la última ofensiva. “No estoy contento con los ataques rusos en Kiev”, señaló, criticando la escalada de violencia mientras insiste en impulsar una solución negociada.

Poco después de la 1:00 a.m. hora local, Kiev fue blanco de un masivo ataque combinado de misiles balísticos y drones. Las explosiones estremecieron varios distritos de la ciudad, dejando una estela de destrucción. La Administración Militar de Kiev confirmó que se trató de un bombardeo “combinado”, que implicó una coordinación compleja de armamento de alta precisión.

El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, confirmó la muerte de al menos nueve personas y reportó que 63 resultaron heridas, entre ellas un niño de cinco años. Los servicios de emergencia se desplegaron rápidamente para atender a los afectados, muchos de los cuales fueron socorridos en plena calle ante la saturación de hospitales cercanos.

Imágenes captadas tras el ataque muestran a bomberos luchando contra incendios en edificios parcialmente destruidos, mientras civiles evacuaban con prisa entre escombros y vidrios rotos. Varias zonas residenciales fueron severamente dañadas: paredes derrumbadas, techos colapsados y balcones arrancados. Muchas familias lo perdieron todo en cuestión de minutos.

El impacto ha dejado al descubierto interiores de apartamentos, evidenciando la brutalidad del bombardeo. “Kiev está bajo fuego”, informó la Administración Militar de la ciudad, que pidió a la población mantenerse en refugios y prepararse para nuevos ataques.

El gobierno ucraniano teme que esta ofensiva sea solo el inicio de una nueva oleada de agresiones. Las autoridades alertaron que nuevas ráfagas de misiles podrían golpear la capital en las próximas horas.

La Casa Blanca, por su parte, no ha confirmado si habrá cambios inmediatos en su política exterior hacia Moscú tras el mensaje del presidente. Sin embargo, la presión sobre Rusia parece intensificarse a medida que se acumulan las víctimas civiles en Ucrania.

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