Durante una entrevista en el programa Meet the Press de NBC News, el presidente Donald Trump descartó rotundamente la posibilidad de buscar un tercer mandato en la Casa Blanca. A pesar de haber coqueteado con esa idea en el pasado, aseguró que su enfoque actual es aprovechar al máximo los cuatro años de su gestión y luego entregar el poder a un sucesor republicano que mantenga viva su visión.

“Esto no es algo que esté buscando hacer”, afirmó Trump, refiriéndose a una hipotética reforma constitucional para extender su tiempo en el poder. Sin embargo, en un giro interesante, mencionó a dos figuras clave como posibles herederos políticos: su actual vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio.

Rubio, de origen cubanoamericano, se ha consolidado como una de las figuras más cercanas al mandatario dentro de su gabinete. Además de liderar la política exterior de Estados Unidos, recientemente fue nombrado asesor interino de seguridad nacional, tras la destitución de Mike Waltz.

Este último fue implicado en una controversia por haber incluido al periodista Jeffrey Goldberg, editor de The Atlantic, en un chat cifrado donde se coordinaba una operación militar secreta en Yemen. Aunque Waltz asumió la responsabilidad y negó conocer al periodista, el incidente levantó preocupaciones sobre posibles filtraciones.

Trump reconoció que hay varias opciones dentro del Partido Republicano para continuar su legado, pero destacó el trabajo de Rubio, quien ha representado activamente los intereses de la administración en escenarios internacionales desde el inicio del actual mandato.

Cabe recordar que, según la Enmienda 22 de la Constitución de EE.UU., un presidente no puede ser elegido más de dos veces. Para eliminar esta restricción, sería necesario un complejo proceso legal que incluye la aprobación de dos tercios del Congreso y la ratificación por 38 estados, además de posibles batallas judiciales.

No obstante, hace apenas un mes, Trump declaró en la Oficina Oval que le “encantaría” postularse nuevamente si la Constitución lo permitiera, y hasta expresó interés en enfrentar a Barack Obama.

Esas declaraciones motivaron una encuesta de Overton Insights, en la que Obama obtuvo un 53% de apoyo frente al 47% de Trump. Entre los votantes independientes, la ventaja del demócrata fue mayor: 59% frente al 41% del republicano.

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