Trump culpa a la izquierda radical por el asesinato de Charlie Kirk: “Fue un mártir de la libertad”
Redacción de CubitaNOW ~ jueves 11 de septiembre de 2025

Donald Trump culpó a la izquierda radical por el asesinato de Charlie Kirk, acusándola de fomentar una retórica de odio que, según él, ha llevado al “terrorismo político” que azota al país. En un mensaje desde la Casa Blanca dijo que “por años esos sectores han comparado a estadounidenses maravillosos como Charlie con nazis y criminales y esa retórica odiosa es directamente responsable de lo que hoy vivimos”.
Trump llamó a Kirk un “mártir de la verdad y la libertad”, prometió justicia completa y ordenó que las banderas del país ondearan a media asta como homenaje al conservador asesinado.
Mientras tanto, efectivos policiales, estatales y federales continúan una intensa búsqueda para dar con el autor del tiroteo que costó la vida a Charlie Kirk.
El ataque ocurrió durante un evento al aire libre en la Universidad del Valle de Utah, donde Kirk fue herido de gravedad por un disparo en el cuello proveniente de la azotea de un edificio cercano, mientras respondía preguntas del público.
Se han detenido temporalmente a dos personas, pero fueron liberadas después de los interrogatorios; hasta ahora no hay sospechoso identificado oficialmente. El FBI trabaja junto con las policías locales y universitarias, utilizando inteligencia, equipos tácticos y recursos operativos, y pidiendo la colaboración ciudadana.
El país está conmocionado, exigiendo respuestas y seguridad, mientras el asesino sigue prófugo.
“La administración utilizará todos los recursos del Estado para capturar a los responsables. Vamos a encontrar a cada persona que haya contribuido a esta atrocidad, incluyendo a quienes la financiaron, promovieron o alentaron con sus discursos”, advirtió el mandatario.
En redes sociales, Trump expresó su dolor: “Charlie fue amado por millones, especialmente por mí. Ya no está con nosotros, pero su voz y su legado vivirán para siempre”.
Y mientras presidente encendía las alarmas sobre lo que llamó una nueva era de “terrorismo político doméstico”, cientos de agentes federales y policías locales continuaban una intensa búsqueda del tirador.
Según el Departamento de Seguridad Pública de Utah, el sospechoso actuó solo y disparó un único tiro desde el techo de un edificio ubicado a unos 200 metros del escenario. El ataque fue planificado y dirigido exclusivamente contra Kirk.
El FBI, en colaboración con las autoridades locales, desplegó unidades tácticas, drones, equipos de inteligencia e investigadores especializados. “Estamos utilizando todos los recursos disponibles. Esto no quedará impune”, dijo Robert Bohls, agente especial en Salt Lake City.
La investigación sigue abierta y aunque oficialmente no se ha confirmado un móvil político, el tono del presidente y el contexto del ataque apuntan en esa dirección.
La comunidad universitaria ha cuestionado los protocolos de seguridad del evento, mientras el país entero se sacude entre la indignación, el duelo y la creciente polarización. Algunos recuerdan una de las frases más polémicas de Kirk: “Vale la pena pagar, lamentablemente, algunas muertes por armas de fuego cada año para que podamos tener la libertad”. Hoy, esas palabras resuenan con una mezcla de dolor y contradicción.
Charlie Kirk fue una figura divisiva. Para muchos, un héroe. Para otros, un provocador. Pero nadie puede negar que su asesinato marca un punto de quiebre. Estados Unidos no solo perdió a un activista: perdió algo más profundo, algo que aún no puede nombrar. Y mientras tanto, el asesino sigue libre.