Trump convierte la celebración del Ejército en un acto de culto a su figura
Redacción de CubitaNOW ~ sábado 14 de junio de 2025

Este sábado, Washington se convierte en escenario de un espectáculo tan descomunal como polémico: un desfile militar con 6 mil 600 soldados, 150 vehículos blindados y 50 aviones de guerra, con el pretexto oficial de celebrar los 250 años del Ejército de Estados Unidos.
Sin embargo, la coincidencia con el 79 cumpleaños del presidente Donald Trump y su intervención central en el evento han desatado fuertes críticas por parte de la oposición y de millones de ciudadanos que denuncian una peligrosa “militarización del poder”.
El propio Trump ha intentado desligar la celebración de su aniversario, pero sus declaraciones evasivas y la grandilocuencia del evento apuntan en otra dirección. “Da la casualidad de que mi cumpleaños es el Día de la Bandera”, afirmó, como si la coincidencia no hubiera sido aprovechada con precisión política.
Desde su primer mandato, Trump había expresado el deseo de presidir una parada militar en Washington, frustrado entonces por su alto coste. Hoy, bajo el paraguas del aniversario castrense, logra finalmente ver cumplido su anhelo.
"Este desfile no es simplemente una exhibición de poderío militar, sino una escenificación simbólica del liderazgo autoritario de Trump", denuncian desde el movimiento 'No Kings', convocante de más de mil 800 protestas en los 50 estados del país. La consigna "50501" (50 protestas, 50 estados, 1 movimiento) marca una jornada de rechazo a lo que consideran una deriva autocrática del mandatario republicano.
Mientras en Washington se instalan 18 millas de vallas antiescalada y se despliegan drones del Servicio Secreto para garantizar la seguridad presidencial, las calles de ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Chicago hierven de indignación. En la capital californiana, los disturbios por las redadas migratorias han provocado incluso el despliegue de la Guardia Nacional sin solicitud previa del estado, una medida bloqueada por un tribunal, pero que ya ha encendido la mecha de una resistencia civil en todo el país.
Entretanto Trump minimiza el coste del evento —casi 45 millones de dólares, de los cuales 16 se destinarán a reparar el daño causado por los tanques en las calles— y lo justifica como una muestra del poderío nacional: “Tenemos los mejores misiles, submarinos, tanques y armas del mundo. Y vamos a celebrarlo”.
Pero para millones de ciudadanos, lo que está en juego no es la tecnología militar, sino la salud de la democracia. Este desfile, en vez de fortalecer la unidad nacional, ha dividido aún más a un país que resiste cada vez con más fuerza los impulsos autoritarios del presidente Trump.