Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunciara en la madrugada del lunes un “alto al fuego completo y total” entre Israel e Irán, la esperanza de una pausa en el conflicto duró apenas unas horas.

A las 6:00 de la mañana (7:00 en Israel), entraba en vigor la tregua que, según el gobierno israelí, fue aceptada tras "haber logrado los objetivos" de sus ataques sobre Irán. No obstante, hacia las 10:00 de la mañana, el ejército israelí reportó nuevos lanzamientos de misiles procedentes del territorio iraní, declarando que sus defensas antiaéreas se activaron para interceptarlos.

La violación inmediata del alto el fuego por parte de Irán provocó una respuesta contundente del gobierno israelí, que, a través del ministro de Defensa, Israel Katz, ordenó ataques de alta intensidad sobre Teherán.

Estos bombardeos se consideran una represalia directa y una continuación de la ofensiva que Israel lanzó durante la noche anterior a la tregua, cuando también se reportaron enfrentamientos activos.

Irán aprovechó hasta el último minuto antes del cese del fuego para lanzar misiles que provocaron la muerte de cuatro personas en Beersheba, en el sur de Israel.

Israel, que en su comunicado oficial había declarado haber “eliminado la amenaza nuclear iraní”, aseguró que su ofensiva reciente había acabado con objetivos estratégicos, entre ellos un científico clave del programa nuclear iraní.

A su vez, Teherán acusó a Israel de usar la tregua como táctica para reorganizarse militarmente y prometió que cualquier violación a su soberanía será respondida sin tregua.

El ejército israelí había declarado que ya era seguro abandonar los refugios antibombas en el norte del país, luego de una rápida evaluación tras el ataque iraní; sin embargo, los comandos del Frente Nacional siguen pidiendo a la población que permanezca alerta y cumpla con las indicaciones oficiales.

Las sirenas antiaéreas sonaron poco antes del nuevo ataque, lo que activó de inmediato las defensas aéreas israelíes y provocó un nuevo episodio de pánico en ciudades del norte, donde la población se refugió en búnkeres.

La nueva escalada ocurre en un contexto extremadamente volátil, con múltiples actores internacionales presionando por una solución diplomática. Trump, quien fue el primero en anunciar la tregua, no ha emitido todavía una respuesta oficial tras la ruptura del alto el fuego. En su comunicado inicial, el mandatario agradeció a Israel e Irán por aceptar la propuesta, pero ahora su credibilidad como mediador queda en entredicho.

Aunque la tregua duró solo unas horas, marcó un momento clave en la narrativa del conflicto, que ha escalado desde ataques selectivos hasta misiles lanzados sobre capitales.

La situación, ahora más tensa que antes, deja la sensación de que la tregua fue solo un breve respiro en una guerra de largo aliento, marcada por ciclos de violencia, retaliación y anuncios que se disuelven con cada nueva explosión.

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