El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, elevó nuevamente el tono contra el régimen de Nicolás Maduro al afirmar que el líder chavista “tiene los días contados” y que Washington no descarta medidas más firmes para acelerar una transición política en Venezuela. Las declaraciones fueron ofrecidas en una entrevista con Politico, donde el mandatario evitó confirmar o negar la posibilidad de un despliegue militar, argumentando que no puede revelar detalles relacionados con “estrategias de defensa”.

Trump sugirió que su administración ha detectado la entrada a Estados Unidos de personas vinculadas al crimen organizado procedentes de Venezuela, incluyendo individuos asociados a prisiones, centros psiquiátricos y redes de narcotráfico. Mencionó específicamente al Tren de Aragua y su presunta expansión en América, a la que vinculó con el Cártel de los Soles. Según el mandatario, estas situaciones son consecuencia de un sistema fronterizo debilitado que heredó de administraciones previas y que, la gestión de Joe Biden no logró controlar.

El presidente también habló sobre su relación con la comunidad venezolana en Estados Unidos, especialmente en Florida. Destacó su cercanía con residentes de Doral —donde opera uno de sus complejos comerciales— y afirmó que el respaldo que ha recibido de numerosos votantes venezolanos ha influido en su visión sobre la diáspora. En ese sentido, insistió en que su política migratoria busca priorizar la entrada de personas que, según su criterio, “aporten al país”.

Las declaraciones se producen en medio del desarrollo de la operación “Lanza del Sur”, una ofensiva militar lanzada por Washington el 13 de noviembre de 2025 con el objetivo de combatir el narcotráfico y el denominado “narcoterrorismo” en el hemisferio occidental. La campaña es dirigida por el Comando Sur y contempla el despliegue del portaaviones USS Gerald Ford y su grupo de ataque, que incluye destructores, un crucero, un submarino y aeronaves de vigilancia. De acuerdo con el Pentágono, unas 15.000 personas participan en la operación, entre ellas 4.000 marines.

El despliegue se ha venido gestando desde agosto, aunque solo adquirió un carácter formal en noviembre. Washington ya ha reportado varios incidentes durante la campaña, incluidos ataques contra embarcaciones que, según sus informes, transportaban drogas por rutas controladas por organizaciones criminales. Entre los casos confirmados destacan uno ocurrido el 1 de noviembre, con tres fallecidos, y otro del 14 del mismo mes, que dejó cuatro muertos.

La dictadura de Maduro reaccionó calificando “Lanza del Sur” como una provocación y anunció el despliegue de 200.000 militares para reforzar la defensa del país. Caracas advirtió además sobre el riesgo de enfrentamientos en rutas marítimas donde opera la flota estadounidense, mientras continúa denunciando lo que considera una “amenaza directa” contra su soberanía.

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