Donald Trump se reunió este miércoles en Arabia Saudí con Ahmad al-Sharaa, presidente interino de Siria y excomandante insurgente, en lo que representa el primer acercamiento entre mandatarios de ambos países en un cuarto de siglo. El encuentro marca un posible punto de inflexión para una Siria que busca superar años de aislamiento internacional y guerra.

La cita tuvo lugar durante la cumbre entre Trump y líderes del Consejo de Cooperación del Golfo. Como parte del acercamiento, el presidente estadounidense anunció el levantamiento de sanciones que pesan sobre Siria desde la era de Bashar al-Assad, decisión que fue celebrada con júbilo por la población siria, que salió a las calles a festejar con fuegos artificiales.

Al-Sharaa, antiguo líder del grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), combatió tanto en Irak como en Siria y fue detenido en el pasado por fuerzas estadounidenses. Su ascenso al poder en enero de este año, tras la caída del régimen Assad, generó divisiones entre aliados de Washington, especialmente en Israel, que expresó su preocupación por el historial extremista del nuevo mandatario sirio.

La Casa Blanca confirmó que Trump exhortó a al-Sharaa a reconocer oficialmente a Israel, a exigir la salida de elementos terroristas extranjeros de Siria y a colaborar en la gestión de los centros de detención de combatientes del Estado Islámico (ISIS), que actualmente están bajo control kurdo en el noreste del país.

Además, según declaraciones de la portavoz Karoline Leavitt, ambos líderes discutieron la necesidad de estabilizar la región, frenar el resurgimiento de grupos extremistas y facilitar la recuperación económica de Siria. Como parte del proceso, se acordó que los pasos fronterizos, aeropuertos y campos petroleros en manos kurdas volverán al control del gobierno central antes de fin de año, un posible paso previo a una retirada militar estadounidense del país.

El presidente turco Recep Tayyip Erdogan también participó en la conversación de forma remota, lo que subraya el respaldo regional al nuevo gobierno sirio y el interés por contener la influencia iraní en la zona.

La decisión de Trump fue celebrada por el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, quien destacó el alivio que esta medida supone para el pueblo sirio. En la Plaza de los Omeyas, en Damasco, miles de ciudadanos salieron a festejar el anuncio, ondeando banderas y mostrando esperanza en una nueva etapa para su país.

“El levantamiento de las sanciones representa una oportunidad única para reconstruir Siria y devolver la dignidad a su pueblo”, señaló el Ministerio de Exteriores sirio en un comunicado.

A pesar de las reticencias israelíes, Trump defendió su decisión como un “nuevo comienzo” para Siria, afirmando que “no será fácil, pero merecen una oportunidad real”. Su gesto podría reconfigurar el mapa diplomático en Medio Oriente y poner fin a décadas de enfrentamiento entre Washington y Damasco.

Fuente: AP

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