Un técnico experto en servicios aeroportuarios y exfuncionario de la Empresa Administradora del Aeropuerto Internacional (EAAI) de Nicaragua, identificado como Orlando por razones de seguridad, reveló a Esta Semana y CONFIDENCIAL detalles sobre la operación de vuelos chárter que utiliza Nicaragua como trampolín para la migración irregular hacia Estados Unidos.

Orlando, quien renunció a su cargo en 2023 y ahora reside fuera de Nicaragua, describió cómo la empresa Easy Aviation, registrada en Miami, Florida, con oficinas en el Aeropuerto Internacional de Managua, actúa como intermediario principal en esta operación. Easy Aviation coordina entre los vuelos chárter, la EAAI, la Dirección de Migración, Aeronáutica Civil, las aerolíneas y los migrantes.

La operación comenzó en 2021 con vuelos desde La Habana a Managua, transportando a miles de migrantes cubanos hacia Estados Unidos, y ha continuado ininterrumpidamente durante cuatro años. Entre mayo de 2023 y mayo de 2024, se estima que llegaron al Aeropuerto Internacional de Managua 1,475 vuelos chárter con más de 191,000 pasajeros, principalmente de Haití, Cuba, República Dominicana y otros países del Caribe. También se registraron entre 30 y 40 vuelos chárter intercontinentales provenientes de Libia, Senegal, India y varios países asiáticos y europeos.

Orlando describe la operación como una "mafia", utilizando instituciones que deberían ser serias para realizar el transporte ilícito de migrantes. Como parte de su labor en la EAAI, Orlando coordinaba y ejecutaba operaciones en tierra para vuelos comerciales y chárter, incluyendo el envío de planes de vuelo a Aeronáutica Civil, el reabastecimiento de combustible y la descarga de equipaje

Durante los últimos cuatro años, y especialmente después de la pandemia de COVID-19, el Aeropuerto Internacional de Managua se transformó en un destino clave para vuelos chárter del Caribe, Europa y Asia, con miles de migrantes utilizando Managua como punto de tránsito hacia Estados Unidos. Inicialmente, los vuelos chárter repatriaban ciudadanos durante la pandemia, pero luego comenzaron a traer principalmente a ciudadanos cubanos y haitianos que utilizaban Nicaragua como trampolín migratorio.

Orlando relata cómo los vuelos chárter del Caribe con ciudadanos cubanos y haitianos se programaban diariamente con al menos cinco vuelos, transportando entre 50 y 150 pasajeros. Sin embargo, muy pocos de estos migrantes regresaban a sus países de origen. La mayoría utilizaba Managua como un punto de paso hacia Estados Unidos, a pesar de declarar que venían por turismo de compras.

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