Tras 18 meses, Maileivys Martín continúa desaparecida en Nuevitas
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 15 de diciembre de 2025
La desaparición de Maileivys Martín, madre cubana de 36 años residente en Nuevitas, Camagüey, sigue sin respuestas más de un año y medio después de que fuera vista por última vez.
La joven, conocida también como “Pucha” entre familiares y amigos, fue vista por última vez el 6 de mayo de 2024, cuando salió de su vivienda para asistir a un curso de diseño de cejas en la ciudad de Camagüey, según informó su prima Rolymily Gongar en redes sociales.

Maileivys es madre de dos niñas, quienes continúan aguardando el regreso de su madre en casa. Como rasgo distintivo, sus familiares destacan que la mujer tiene tatuadas las cejas y los labios, lo que le da siempre un aspecto cuidado y maquillado. Desde el primer día de su desaparición, los allegados iniciaron una intensa búsqueda y reportaron el caso a las autoridades policiales locales, sin que hasta ahora se haya logrado esclarecer su paradero.
Recientemente, el Observatorio de Género Alas Tensas (OGAT) volvió a difundir el caso, exigiendo que se tomen medidas concretas para localizarla. Asimismo, la campaña “NO ME OLVIDES”, impulsada por OGAT y la plataforma feminista YoSíTeCreo en Cuba, busca visibilizar la situación de las personas desaparecidas en el país y dar apoyo a sus familiares.

La familia ha denunciado la falta de acción efectiva de las autoridades, y en septiembre pasado, Rolymily alertó en Facebook sobre un hombre que consideran posible responsable de la desaparición de Maileivys, actualmente detenido por otros delitos, aunque no ha confesado. “No se ha realizado juicio alguno por este crimen.
Estamos desesperados y tememos que salga libre como si nada, mientras mi prima sigue desaparecida”, expresó la familiar.
Para quienes puedan aportar información, los familiares han proporcionado dos números de contacto: el del padre de Maileivys, Manuel Martín Cortada (+53 54 459 956), y otro adicional (+53 53 272 282).
Cada día que pasa sin noticias aumenta la angustia de la familia y la comunidad, que continúa clamando por justicia y respuestas claras.