Un devastador incendio en un complejo de torres residenciales en el distrito de Tai Po, en Hong Kong, dejó al menos 36 fallecidos —entre ellos un bombero— y 279 personas desaparecidas, convirtiéndose en uno de los desastres más mortíferos registrados en la ciudad en los últimos años.

El fuego se desató el miércoles en la tarde y se propagó rápidamente por un grupo de edificios de más de 30 pisos, muchos de ellos envueltos en andamios de bambú, una práctica habitual en renovaciones de estructuras antiguas, pero que también facilitó la expansión de las llamas. Las autoridades confirmaron que cientos de residentes tuvieron que ser evacuados y que unas 900 personas fueron trasladadas a refugios temporales tras perder sus hogares.

El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, informó que el incendio logró ser puesto “bajo control” alrededor de la medianoche, aunque el balance de víctimas continuaba aumentando. “Ya se ha conformado un equipo de investigación dedicado a esclarecer las causas del siniestro”, afirmó.

El presidente chino, Xi Jinping, envió sus condolencias a las familias afectadas y pidió a las autoridades locales tomar todas las medidas necesarias para minimizar más pérdidas.

El complejo residencial afectado, construido en la década de 1980, alberga cerca de 4.800 personas distribuidas en ocho bloques de apartamentos. Muchos de los residentes son adultos mayores, lo que complicó aún más las labores de evacuación. El conjunto se encontraba en plena renovación, lo que explica la presencia de la estructura externa de bambú donde, según las primeras investigaciones, habría comenzado el fuego antes de extenderse por efecto del viento.

Las imágenes difundidas mostraron enormes columnas de humo y llamas avanzando por la fachada de los edificios mientras decenas de unidades de bomberos intentaban controlar el siniestro. Las altas temperaturas registradas dentro de las torres dificultaron las operaciones de rescate. “Es extremadamente peligroso ingresar. El calor y los escombros que caen hacen muy complejo el trabajo”, advirtió Derek Armstrong Chan, subdirector de Servicios de Bomberos.

En total, se movilizaron más de 140 camiones de bomberos y 60 ambulancias. Entre los afectados también se reportó otro bombero atendido por agotamiento por calor.

Muchos residentes describieron escenas de desesperación al intentar huir de las llamas. “He dejado de pensar en mi propiedad. Verla arder así fue desgarrador”, contó un vecino identificado como Wu a la cadena local TVB.

El uso de andamios de bambú —una tradición en la construcción hongkonesa— ha sido cuestionado en repetidas ocasiones por motivos de seguridad. El gobierno anunció este año que planea reemplazarlos gradualmente en proyectos públicos, aunque siguen siendo habituales en renovaciones privadas.

Este incendio es el peor registrado en Hong Kong desde 1996, cuando 41 personas murieron en un edificio comercial de Kowloon tras un siniestro que duró más de 20 horas.

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