El sur de Estados Unidos enfrenta una devastadora ola de clima extremo que ha dejado al menos 20 personas muertas desde el pasado miércoles, como consecuencia de fuertes lluvias, tornados e inundaciones repentinas que han afectado a varios estados.

El fenómeno meteorológico ha provocado estragos particularmente en Tennessee, Kentucky, Missouri, Georgia, Arkansas, Mississippi, Indiana y Florida, donde se mantienen alertas por nuevas tormentas y posibles tornados, según reportes de medios nacionales.

Entre las víctimas se encuentra un niño de 9 años en Kentucky, arrastrado por una corriente mientras se dirigía a la parada del autobús escolar. En Arkansas, un menor de 5 años fue hallado sin vida dentro de su casa tras el paso de una tormenta en la zona suroeste de Little Rock, en un caso vinculado directamente a las condiciones climáticas.

Tennessee ha sido uno de los estados más afectados, con al menos 10 fallecidos. Varios perdieron la vida luego de que un tornado de categoría EF-3 golpeara la ciudad de Selmer, causando importantes daños estructurales.

En Missouri, un joven bombero voluntario de 16 años murió en un accidente automovilístico mientras acudía a un rescate por inundaciones. Su jefe, Terry Feth, expresó su profundo pesar y confirmó también la muerte del jefe de bomberos Garry Moore, quien colapsó mientras ayudaba a un conductor atrapado.

Georgia también reportó víctimas mortales. El gobernador Brian Kemp lamentó el fallecimiento de dos personas en el condado de Muscogee, al ser alcanzadas por un árbol caído mientras se encontraban en un campo de golf. “Estamos profundamente entristecidos por esta tragedia”, expresó en redes sociales.

Mississippi registró una muerte asociada a las tormentas. El gobernador Tate Reeves informó sobre daños en al menos 14 condados del estado y pidió oraciones por las víctimas y sus familias. Indiana también confirmó una víctima fatal.

Las autoridades meteorológicas mantienen alertas activas por lluvias intensas e inundaciones severas en varias zonas del sur, incluyendo Memphis (Tennessee) y Little Rock (Arkansas), así como advertencias por posibles tornados en estados como Alabama, Florida y Luisiana.

Equipos de rescate y servicios de emergencia continúan desplegados en las áreas afectadas, mientras los gobernadores han instado a los ciudadanos a mantenerse informados y tomar precauciones.

La cifra de fallecidos podría aumentar en los próximos días a medida que se evalúan los daños y se recuperan más cuerpos. Las tormentas también han dejado a miles de personas sin electricidad y han provocado la cancelación de decenas de vuelos en toda la región.

El fenómeno se suma a una temporada de clima extremo que ha generado creciente preocupación entre las autoridades sobre la frecuencia e intensidad de este tipo de eventos en el país.

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