Al menos cuatro personas murieron y varias resultaron heridas en un tiroteo en el campus de un hospital en Tulsa, Oklahoma, este miércoles.

El hecho ocurrió en el Natalie Medical Building, un edificio de consultorios médicos en el campus del Hospital St. Francis, poco después de las 4:50 de la tarde (hora local).

La Policía explicó en conferencia de prensa que el atacante también murió por un disparo autoinfligido. Ninguno de los heridos tiene peligro la vida, según las autoridades.

“Hay cuatro personas que fallecieron, tenemos el tirador que está muerto y creemos que se suicidó”, señaló el subjefe de la policía de Tulsa, Eric Dalgleish. 

"Es un evento terriblemente trágico", comentó el capitán de policía Richard Meulenberg.

"Estoy muy, muy orgulloso de los agentes por llegar allí tan rápido como lo hicieron, lo que podría evitar que más personas pierdan la vida hoy".

Según explicaron las autoridades, los agentes habían llegado al campus entre tres y cuatro minutos después de recibir una llamada alertando del tiroteo. Guiados por el sonido de los disparos, entraron al segundo piso del edificio Natalie y al cabo de cinco minutos, se pusieron en contacto con las víctimas y con el sospechoso.

Según afirmó el concejal del Ayuntamiento Jayme Fowler a la cadena CNN, el asaltante, que portaba un rifle y una pistola, estaba buscando a un médico que trabajaba en lugar, aunque la Policía no ha confirmado esta versión de los hechos.

Dalgleish apuntó que todavía se desconoce la identidad del agresor, un hombre negro de entre 35 y 40 años, que llegó al hospital a las 16.40 hora local (21.40 GMT). Tampoco se conoce aún la identidad de las víctimas.

El alcalde de Tulsa, GT Bynum, expresó por su parte la "profunda gratitud" por los primeros en responder a la emergencia que "no dudaron hoy en responder a este acto de violencia".

"Lo que sucedió hoy en Tulsa es un acto de violencia y odio sin sentido", escribió en Twitter el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt. "Estoy agradecido por las acciones rápidas y valientes del Departamento de Policía de Tulsa y otros socorristas que hicieron todo lo posible para contener una situación terrible".

En un comunicado publicado en Facebook, el Sistema de Salud de Saint Francis escribió que todas las citas en ciertos lugares programadas antes del mediodía del jueves se cancelaron "para permitir que nuestro personal y cuidadores tengan la oportunidad de procesar los trágicos incidentes de hoy".

"Además, las oficinas ortopédicas de la Clínica Warren en el edificio Natalie estarán cerradas por el resto de la semana", precisaron.

Este nuevo tiroteo ocurre poco más de una semana después de la matanza que costó la vida a 19 niños y dos profesores en una escuela primaria de la localidad de Uvalde, en Texas el pasado 24 de mayo y 18 días después de que 10 personas fueran asesinadas en un supermercado de Búfalo, en el Estado de Nueva York. 

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió este martes que se reuniría con miembros del Congreso para tratar temas relacionados al control de armas de fuego, después de lo ocurrido en Uvalde, el tiroteo escolar más mortífero sucedido en Estados Unidos desde el de Sandy Hook, en diciembre de 2012, donde murieron 27 personas, incluido el atacante.

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