El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habría autorizado operaciones encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Venezuela, como parte de una estrategia para intensificar la presión contra el régimen de Nicolás Maduro, según reveló un informe del diario The New York Times. De acuerdo con fuentes oficiales citadas por el medio, la medida otorga a la CIA facultades para llevar a cabo acciones letales y de inteligencia en territorio venezolano y en la región del Caribe.

El informe indica que esta decisión representa un nuevo paso en la política de Trump hacia América Latina, caracterizada por una postura firme frente a gobiernos autoritarios. En el caso de Venezuela, Washington ha acusado reiteradamente a Maduro y a sus colaboradores de encabezar el llamado Cártel de los Soles, una red de narcotráfico que, según el Departamento de Justicia, envía toneladas de cocaína hacia Estados Unidos.

The New York Times señala que la nueva autorización permitiría a la CIA ejecutar operaciones encubiertas “unilateralmente o en conjunto con acciones militares mayores” para debilitar la estructura del régimen chavista. No obstante, el medio subraya que todavía no existen indicios de que dichas operaciones se estén ejecutando, lo que sugiere que podrían formar parte de una estrategia preventiva o de contingencia ante un eventual colapso político o militar en Venezuela.

La decisión del presidente Trump coincide con el despliegue militar estadounidense en el Caribe, destinado a reforzar la lucha contra el narcotráfico. En las últimas semanas, fuerzas navales de Estados Unidos han interceptado varias embarcaciones sospechosas de transportar drogas, en operaciones que, según fuentes militares, han dejado al menos 27 presuntos narcotraficantes muertos.

El plan de acción cuenta con la participación de unos 10.000 soldados desplegados en bases de Puerto Rico y otros puntos estratégicos, además de ocho buques de guerra y un submarino en la zona. Estos movimientos refuerzan la idea de que Washington busca ejercer una presión sostenida sobre el régimen venezolano, aislándolo tanto económica como diplomáticamente.

El gobierno de Trump ha mantenido una política de mano dura contra Maduro, incluyendo sanciones financieras, el bloqueo de activos del Estado venezolano y una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Para el mandatario estadounidense, el régimen chavista representa “una amenaza directa a la estabilidad del hemisferio occidental y a la seguridad de Estados Unidos”.

Aunque el gobierno venezolano no ha emitido una respuesta oficial a estas revelaciones, figuras cercanas al chavismo han acusado a Washington de “preparar una intervención encubierta” y de utilizar la lucha antidrogas como excusa para desestabilizar al país.

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