La Empresa de Gas Manufacturado suspendió totalmente el servicio de gas en varios municipios de La Habana desde el lunes 21 de abril hasta hoy martes 22 debido a la necesidad de realizar labores urgentes de mantenimiento en la Planta de Producción #1, conocida como “Melones”, con el objetivo de asegurar la estabilidad del suministro en la capital.

Según el comunicado oficial, los trabajos programados consistieron en la sustitución de las líneas de entrada a la planta, una operación que requiere detener completamente el servicio de gas manufacturado en áreas clave de la ciudad.

Los municipios afectados incluyeron Plaza de la Revolución, Habana Vieja, Centro Habana, Cerro y Diez de Octubre, donde miles de hogares dependen del “gas de la calle” para la cocción de alimentos y otras actividades esenciales del día a día.

Este tipo de interrupciones no es una novedad para los habaneros. En diciembre de 2024, la empresa CUPET también ejecutó labores de mantenimiento que afectaron el suministro tras intervenir en la planta Energas Puerto Escondido.

Anteriormente, en agosto del mismo año, un fallo eléctrico provocado por las inclemencias del tiempo interrumpió el funcionamiento de la Planta de Producción #2, dejando sin servicio a amplios sectores de la ciudad.

Los problemas que enfrenta el sistema de gas manufacturado en La Habana tienen raíces estructurales profundas. La red de distribución es muy antigua, con tramos que llevan más de cinco décadas sin recibir renovaciones sustanciales.

Esta obsolescencia técnica da lugar a fugas constantes, baja presión y cortes frecuentes en el servicio. La falta de inversión en infraestructura agrava aún más la situación, impidiendo que se tomen medidas a largo plazo para mejorar la calidad del suministro.

Estas interrupciones frecuentes impactan directamente en la vida cotidiana de los ciudadanos. Muchos deben recurrir a medios eléctricos para cocinar, en un contexto donde la crisis energética del país limita también la disponibilidad y estabilidad del servicio eléctrico.

La combinación de un sistema de gas envejecido, mantenimientos urgentes y un panorama energético tenso, obliga a los usuarios a adaptarse constantemente a nuevas dificultades.

La Empresa de Gas Manufacturado ha llamado a la comprensión de la población, al tiempo que insiste en que estas acciones son necesarias para evitar mayores afectaciones en el futuro. Sin embargo, los residentes de la capital exigen soluciones más sostenibles y una modernización integral del sistema que garantice la continuidad de un servicio esencial.

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