La alarma vuelve a encenderse en Cuba tras la desaparición del joven Dannier Quesada, natural de El Diamante, Santa Rita, municipio Jiguaní, provincia Granma. Según reportes de la página “Nio Reportando un Crimen”, Dannier habría sido trasladado a la Unidad Militar de Aguas Claras, en Holguín, y desde ese momento su familia perdió todo contacto con él.

No hay confirmación oficial sobre su paradero ni sobre los motivos de su presunta detención, lo que mantiene a sus allegados en un estado de profunda angustia.

La publicación del medio independiente La Tijera ha movilizado a numerosos usuarios en redes sociales, quienes exigen transparencia y una respuesta inmediata de las autoridades. La familia ha pedido que cualquier persona con información se comunique con Mileika Milena Milán Almeida, una de las pocas que posee datos directos del caso.

Este no es un hecho aislado. En los últimos tiempos, las desapariciones de jóvenes en Cuba se han vuelto frecuentes y muchas veces el silencio oficial agrava el sufrimiento de las familias. Uno de los casos más recordados es el de Lali Paola, una niña de apenas tres años desaparecida en Cojímar desde febrero de 2024, tras hallarse muerta su madre, Teresa Moliner, con signos de violencia. Hasta hoy, la menor sigue sin aparecer.

Otro ejemplo es el de Yanelis Guerra, de Santiago de Cuba, desaparecida durante semanas en 2023, hasta que se conoció que había sido víctima de feminicidio. Su historia estremeció a todo el país y puso en evidencia la vulnerabilidad de las mujeres jóvenes y la falta de mecanismos de prevención y protección.

En todos estos casos, la constante es la ausencia de información oficial y la indiferencia de las autoridades. Las familias deben recurrir a las redes sociales, a medios independientes y a la solidaridad ciudadana para intentar obtener respuestas.

Mientras tanto, el paradero de Dannier Quesada sigue siendo un misterio, y su caso se convierte en un nuevo símbolo de la incertidumbre y el dolor que viven muchas familias cubanas que claman por justicia, por verdad y por el simple derecho de saber dónde están sus seres queridos.

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