El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EE. UU. (USCIS) anunció que, a partir del 13 de septiembre de 2023, los solicitantes de asilo en las fronteras de EE.UU. deben presentarse con un intérprete si no dominan el inglés o si desean realizar su entrevista de asilo en un idioma distinto.

Se exceptúan de esta regla los intérpretes de lenguaje de señas, que seguirán siendo proporcionados por USCIS como acomodo por discapacidad.

USCIS advirtió que si un solicitante no cumple con este requisito o si el intérprete no domina el inglés y no presenta una razón justificada, se podría considerar como una incomparecencia a la entrevista, lo que podría resultar en la desestimación de la solicitud de asilo o su remisión a un juez de Inmigración, determinado caso por caso.

El intérprete debe ser mayor de 18 años, dominar el inglés y no puede ser el abogado, representante autorizado, testigo que testifique a nombre del solicitante, representante o empleado del gobierno del país del solicitante (o del último país de procedencia en caso de ser apátrida), ni una persona con una solicitud de asilo pendiente que aún no haya sido entrevistada.

Crisis migratoria de cubanos en México

Un grupo de cubanos ha sido secuestrado en México, y su familia pagó el rescate exigido, pero aún no hay noticias de su paradero. Una prima de los migrantes secuestrados relató la situación angustiosa en la que se encuentran. Los cubanos estaban en camino a una cita con la CBP One (aplicación del Gobierno de EE. UU. para planificar la recepción de migrantes en su frontera con México), pero nunca llegaron. La familia pagó $800 por persona como rescate, pero no ha recibido información sobre su paradero ni respuesta de los secuestradores.

Miles de migrantes varados en ese país continúan denunciando la difícil situación que enfrentan en el país mientras esperan resolver su estatus migratorio. Algunos critican la falta de agilidad por parte de las autoridades para procesar solicitudes de asilo y permitirles avanzar hacia EE. UU. Se estima que al final del año, más de 150,000 migrantes habrán solicitado asilo en México, lo que ha llevado a una saturación de las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y largas esperas para los migrantes.

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