Sobrino del general cubano fusilado Arnaldo Ochoa: “Quiero que la gente pueda comer mejor”
Redacción de CubitaNOW ~ lunes 18 de abril de 2022

El sobrino del general de División Arnaldo Ochoa, fusilado por el castrismo en julio de 1989, expresó su deseo de que el pueblo cubano mejorara sus condiciones de vida y que el gobierno ayudara a las personas más necesitadas.
Enio Calzadilla Ochoa es capitán retirado de las Fuerzas Armadas de Cuba (FAR) y fue uno de los pocos familiares que pudo asistir al juicio de su tío. Reside a las afueras del municipio Colón, en la provincia occidental de Matanzas.
En declaraciones al medio independiente Diario de Cuba, Calzadilla no manifestó su aprobación ante la idea de un cambio de gobierno en la isla, aunque sí habló de un enfoque distinto. “El Gobierno se las arregla como le da la gana, yo lo que quiero es que la gente mejore, que ayuden a los más necesitados”, dijo.
También se refirió al abandono por parte del ejército, pese a los años de servicio y a haber luchado en la guerra de Angola en la década de los 80. “Nunca me han venido a ver, nunca se han preocupado por mí, nunca me han dado nada. Yo trabajo en el campo y vivo de eso”, aseguró.
“Yo nunca pedí casa durante mi carrera como militar, ni apartamento ni nada. Los equipos que me dieron tampoco los pedí, pero yo pinchaba bien porque en definitiva el error no era mío y él dijo que el error fue suyo (haciendo alusión a su tío, Arnaldo Ochoa)”, dijo.
Calzadilla vive con una pieza de platino en la cabeza, como resultado de la guerra. “En 1981 me caí de un carro en Angola y me destrocé todo el cráneo. Íbamos en una caravana de Huambo para Menongue y en Caconda acampamos esa noche. Éramos más de 200. Al otro día, saliendo la caravana, explotó una mina, el chofer me tumbó y me desgracié la cabeza”, contó.
“Al final, estuve 29 años en las Fuerzas Armadas. Me jubilé en 2008. Trabajé la mayor parte de mi carrera en Holguín, pero estudié en Santiago también. Hice varias especialidades en la José Maceo relacionadas con Operaciones”, detalló.
En Angola, coincidió con su tío, quien estuvo al frente de las operaciones de Ogaden, en Etiopía, y la misión militar del castrismo en Angola, pero afirma que, durante la guerra, tuvieron escaso contacto.
“Él era el jefe de la misión cubana en Angola cuando yo estuve allá (1980-1982), pero casi nunca nos veíamos. Allá estaba también el hijo de él, mi primo. Había ido a pasar el servicio, pero tampoco nos veíamos mucho. Siempre andaba en BRDM (vehículo anfibio de fabricación soviética), paseando de aquí para allá; ese no tenía que marchar”, recordó.
En 1989, Ochoa fue acusado de "alta traición a la patria" por tráfico de drogas y despojado de sus grados militares y su condición de Héroe de la República. El tribunal militar lo condenó a muerte junto a otros oficiales. Muchos analistas vieron el juicio como una maniobra para eliminar a un adversario político y limpiar la imagen del régimen, ante las acusaciones de vínculos con el narcotráfico.
“Fuimos al juicio mi mamá y yo, no dejaron ir a más nadie. Era un proceso militar. De la familia, aparte de nosotros, solo dejaron ir a su mujer y sus hijos. Cuando lo fusilaron, él mismo se dirigió la ejecución”, dijo.
“Ochoa se vinculó con Abrahantes y esa gente buscando una mejoría. Al final se dijo que querían dar un golpe de Estado aquí, pero los cercaron y los cogieron”, relató. Abrahantes fue enjuiciado en 1989, cuando fungía como Ministro del Interior. Lo condenaron a 20 años de prisión y falleció en 1991 a causa de un infarto.
“Después de todo —recuerda—, quién iba a esperar eso de un general Héroe de la República de Cuba con tanta reputación”, dijo con respecto a su tío. “En el juicio, hasta Raúl (Castro) le dijo las cualidades que tenía. Yo me parezco mucho a él, incluso era más alto que él. En ese entonces me sentí medio cabrón porque me dije 'coño, mi tío en eso… y lo van a cepillar'”, añadió.
Cuando le preguntaron sobre la posibilidad de que la cúpula castrista estuviera vinculada a los hechos, respondió: “El número uno (en alusión a Fidel Castro), no creía ni en su madre. Se la arrancaba a Raúl y se la arrancaba a Ochoa si se ponían para eso”.