Hoy, 17 de diciembre, Cuba celebra una fecha de especial significación para la comunidad católica y afrodescendiente: el día de San Lázaro y, en la tradición yoruba, el de Asojano.

Esta jornada se ha convertido en un espacio de encuentro entre la música, la espiritualidad y la memoria cultural del pueblo cubano.

En esta ocasión, los Alfonsos reconocidos músicos y cantantes de la agrupación folclórica Síntesis, rindieron un moforibale —una ofrenda ritual de profundo significado— a San Lázaro en el patio de su casa.

La ceremonia privada, marcada por canto a San Lázaro o Asojano reflejó la íntima devoción de Alfonso y su familia hacia el folclore Aso, deidad que es considerado dueño de las enfermedades y protector de quienes lo veneran.

“La música y la fe se encuentran en cada nota y en cada plegaria. Hoy honramos nuestras raíces y pedimos luz y protección para nuestro pueblo”, dijo un devoto cubano que explica que en tierras lucumí se le nombra "agróniga" y que en los barrios de Cuba se le dice Babalú Ayé como en tierra arará Asozjuano. Además transmitió la importancia de la ceremonia y la conexión espiritual que mantiene su familia con la tradición yoruba.

Según algunos santeros, este dia señala un momento de introspección y de acercamiento a los orishas, donde se renueva la fe y se pide por la salud y el bienestar de la comunidad.

De manera paralela, en el Rincón Santuario en La Habana, miles de devotos se congregaron para elevar sus súplicas por el pueblo cubano.

Allí, en un acto colectivo, los fieles rezaron para que cesen las epidemias y que “se haga la luz en Cuba”, reflejando la esperanza y la fe popular que trasciende lo individual y se convierte en un clamor comunitario.

Esta demostración de espiritualidad muestra cómo la religión yoruba y las tradiciones santeras se entrelazan con la vida cotidiana de los cubanos, integrando música, ritual y cultura.

Aunque ambos eventos —el moforibale de "Sintesis" y la concentración en el Rincón Santuario— ocurrieron de manera independiente, ambos destacan el papel de la devoción como expresión cultural y social.

La voz, la música y el canto de los máximos exponentes del folclore yoruba en Cuba siguen siendo un referente de la identidad afrocubana, mientras que la respuesta colectiva del pueblo reafirma la fuerza de la tradición y la esperanza en tiempos difíciles.

El crédito de la información y del testimonio de la ofrenda privada corresponde íntegramente a Eme Alfonso, cuyo compromiso con la música y la espiritualidad sigue inspirando a generaciones de cubanos.

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