El cubano Brandon David Becerra, arrestado por el régimen tras unirse a las manifestaciones antigubernamentales que acontecieron en la isla el pasado 11 de julio, está muy enfermo en la cárcel y no tiene diagnóstico.

La activista Camila Rodríguez dijo que el menor en detención pudiera tener hepatitis o leptospirosis, pero no se confirma porque las autoridades carcelarias se niegan a llevarlo al hospital.

Rodríguez señaló que “desde hace más de una semana Brandon permanece encamado en su celda, con vómitos y, por tal, muy débil. Para él esta mañana solicité el gravinol, cuando aún no había idea de diagnóstico”.

Asimismo, denunció que agentes de la Seguridad del Estado han amenazado a Brandon con llevarlo a la 120, “una celda en aislamiento, sin derecho a jaba ni visita, si le dice a su mamá de su enfermedad. Brandon entonces le ha podido a su madre de favor que no publique, porque sus publicaciones lo perjudican, según le dice la SE”.

Ante esta situación advierten que su enfermedad puede ser contagiosa, de ahí que “no sólo está en peligro su vida, sino la de sus compañeros de celda”.

La madre de Brandon, Yanaisy Curbelo, reaccionó a la publicación y aseguró que todo es cierto: “tristemente es así. No tengo vida. No sé cómo está. Ni cómo se encuentra. No duermo hoy. Espero a que amanezca y voy a la prisión. Dios mediante y mi hijo esté bien”.

Varios abogados independientes presentaron a inicios de diciembre ante la Organización de Naciones Unidas una denuncia a favor de Becerra Curbelo “conforme al Procedimiento de Investigación de Caso Individual, ante el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias, GTDA, de la Oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos, con sede en Ginebra, Suiza”.

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