Las recientes declaraciones del ex dirigente Roberto Caballero Grande, conocido en Cuba como "El señor del arroz y la papa", han provocado un escándalo, generando debates acalorados sobre la realidad de la alimentación cubana.

Durante su participación en el programa "Cuadrando la Caja" de la televisión, Caballero Grande expresó lo que muchos consideran una visión desconectada de la realidad del pueblo cubano. Según sus palabras, los cubanos se han acostumbrado a comer "arroz con papa", minimizando la importancia de estos alimentos básicos en la cultura culinaria nacional.

La controversia comenzó cuando Caballero, en un tono sarcástico, insinuó que el pueblo ya no debería quejarse de los ingredientes básicos con los que se alimenta debido a la crisis económica y la escasez de productos en la Isla. Para muchos, estas afirmaciones no solo fueron una ofensa, sino también un reflejo de la desconexión de la élite gobernante con la realidad.

La crítica no se hizo esperar. Arturo de Arma Lago, desde su perfil de Facebook, acusó a Caballero de convertirse en portavoz de un régimen que continuamente descalifica a aquellos que se atreven a criticar la situación del país. "¿Qué tienen en común una española comunista condenada en tribunales españoles, Ana Hurtado, una cubana licenciada en Marxismo-Leninismo, Marxlenin Pérez y una argentina que vive en Cuba y se presenta como activista en favor del régimen, Graciela Ramírez?", cuestionó De Arma Lago, aludiendo a las figuras que, según él, están detrás de los esfuerzos por silenciar las voces disidentes.

Además, se mencionó que estas mismas figuras están asociadas a redes de solidaridad pro-Cuba, pero con un enfoque de apoyo incondicional a la dictadura.

En el contexto de este debate, otro internauta Manuel Viera compartió su indignación sobre el programa, argumentando que las críticas no solo e dirigían a la figura de Caballero, sino también a un sistema que utiliza a figuras como él para justificar lo injustificable: “Lo cierto es que nadie tiene derecho a decidir por mí lo que puedo o no puedo comer. Soy un ser humano racional, no un pollo en una jaula”, escribió Viera, expresando el sentimiento de muchos cubanos que se sienten ignorados y humillados por los discursos oficiales.

A estas críticas se sumaron las declaraciones del doctor cubano Lucio Nodarse, quien en tono irónico, aludió a la paradoja de que la hija de Caballero, Adis Caballero Marrero, reside en los Estados Unidos, país al que su padre no solo critica abiertamente, sino del que depende para mantener su sustento. Nodarse explicó que, a pesar de su retórica antiimperialista, Caballero recibe apoyo económico desde el “imperio” que supuestamente desprecia, en una ironía que resalta las contradicciones dentro del discurso oficial.

La conductora del programa Cuadrando la Caja, Marxlenin Pérez Valdés, periodista de la televisión cubana, también se vio involucrada en la polémica. Pérez Valdés es conocida por su defensa del régimen. No solo ejerce como periodista, sino que también es parte de la familia del exdictador Fidel Castro, al estar casada con uno de los nietos de Fidel, Fidel Antonio Castro Smirnov, lo que ha generado aún más críticas hacia su postura y la de su círculo cercano, considerado por muchos como un bloque ideológico y político que se beneficia de un sistema que calla las voces críticas.

La controversia se ha desbordado, convirtiéndose en un tema de debate nacional, no solo por el contenido del programa, sino también por lo que representa: una desconexión entre las élites gobernantes y la vida real de los cubanos.

La indignación generada por las palabras de Caballero ha puesto de relieve la crisis alimentaria y la falta de libertad de expresión en Cuba, donde las voces disidentes son continuamente silenciadas.

Fuentes: Manuel Viera, Dr. Lucio Nodarse y Arturo de Arma Lago

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