Sandro Castro juega y cambia de personaje mientras el pueblo cubano agoniza: vampiro por gato(contiene video)
Redacción de CubitaNOW ~ viernes 20 de junio de 2025

Sandro, conocido por su personaje “el vampirach”, ha sorprendido a sus seguidores con un nuevo giro en su contenido. A través de un video publicado en su cuenta de Instagram, el influencer mostró su transformación en felino, dejando atrás la estética y narrativa que lo había caracterizado en los últimos meses.
En el video, Sandro aparece caracterizado con maquillaje que evoca a un gato, con movimientos ágiles y sonidos que imitan a un felino. En el clip está acompañado y en pocas horas ha acumulado miles de reproducciones, reacciones y comentarios.
Muchos de sus seguidores han reaccionado con sorpresa y entusiasmo ante este nuevo personaje.
Sandro ha ganado popularidad en las redes por sus representaciones teatrales y su estilo único de fusionar humor, performance y narrativa.
Antes de adoptar la figura del felino, se hizo viral como “el vampirach”, personaje con el que aparecía vestido de negro, con colmillos y frases en clave gótica que combinaba con un tono caribeño.
Esa etapa estuvo marcada por sketchs, audios imitados por sus fans y un alto nivel de interacción.
Fuera de sus personajes, Sandro también comparte fragmentos de su vida cotidiana.
En sus historias de Instagram suele mostrar momentos en la calle, saludando a personas que lo reconocen, bailando con seguidores o participando en pequeños shows en plazas y parques.
También ha colaborado con otros creadores de contenido y ha sido invitado a espacios en vivo en plataformas como TikTok o YouTube.
En esta nueva etapa, el personaje felino parece continuar el estilo performático de Sandro, pero con una estética más animalista.
En el video publicado, se le ve desplazándose como gato.
Hasta el momento, Sandro no ha explicado el motivo del cambio, pero ya ha empezado a recibir imitaciones y respuestas de sus seguidores, quienes han comenzado a publicar sus propias versiones.
Sandro Castro, nieto de Fidel Castro, representa para muchos cubanos un símbolo visible de los privilegios de la élite política en contraste con las carencias que enfrenta la mayoría del pueblo.
Su presencia en redes sociales —mostrando autos de lujo, fiestas, ropa de marca o viajes— ha generado fuertes reacciones, ya que expone una realidad paralela a la que viven los ciudadanos comunes bajo una severa crisis económica.
En un país con apagones, escasez de alimentos, falta de medicamentos y altos niveles de migración, las imágenes de Sandro disfrutando de lujos se perciben como una burla involuntaria al sufrimiento cotidiano de millones.
Sus publicaciones han provocado indignación no solo por el contenido, sino por lo que representan: la existencia de una clase privilegiada que no sufre las consecuencias del sistema que el propio apellido Castro ayudó a instaurar y sostener.
En resumen, para buena parte del pueblo, Sandro Castro no es solo un influencer o una figura excéntrica, sino un símbolo de la desconexión entre el poder y la realidad del cubano de a pie, alguien que exhibe lo que está fuera del alcance de la mayoría y que refuerza la percepción de desigualdad en una sociedad donde, oficialmente, “todos son iguales”.