Un video que circula ampliamente en redes sociales ha desatado un notable revuelo público en Cuba y entre la diáspora, luego de que Sandro Castro, nieto del dictador cubano Fidel Castro, respondiera a varias preguntas de manera que muchos internautas consideran reveladoras, polémicas o sarcásticas.

Las imágenes fueron difundidas en el perfil de Facebook de Pilar de Cuba, donde los usuarios han dejado cientos de comentarios analizando el comportamiento y las respuestas de Castro.

En uno de los momentos más comentados del video, Sandro Castro es cuestionado sobre “de qué bando” está. Él responde aludiendo al Real Madrid y agregando que “siempre patea con la derecha”, comentario que numerosos usuarios interpretaron como una insinuación política, aunque otros lo consideraron una broma o una evasiva.

La frase, sin embargo, ha generado debate sobre el posicionamiento ideológico de un miembro de la familia Castro, históricamente vinculada al oficialismo.

Otro punto que ha provocado fuertes reacciones es cuando le preguntan si tiene aspiraciones presidenciales y “para cuándo” sería ese momento. Sandro Castro responde que sería presidente “cuando se caiga el bloqueo”. Esta frase ha suscitado interpretaciones diversas entre los internautas, quienes discuten a qué “bloqueo” se refiere y si su declaración implica algún tipo de distanciamiento, ironía o crítica velada al discurso tradicional del Gobierno cubano.

La conversación continúa con otra pregunta: cuándo habrá electricidad estable en Cuba, un tema sensible en medio de la prolongada crisis energética del país.

Su respuesta —“habrá luz cuando amanezca a las 8 a.m.”— acompañada de una risa que los usuarios describen como sarcástica, ha sido uno de los elementos más compartidos y criticados del video.

En los comentarios del perfil de Pilar de Cuba, numerosos internautas cuestionan la impunidad con la que, según ellos, Sandro Castro puede expresarse, señalando que la libertad de opinión no es igual para todos en la isla.

Otros apuntan al poder histórico de su familia y se preguntan si estas expresiones son simples provocaciones, bromas o señales de una nueva narrativa dentro de los sectores privilegiados.

El video, lejos de pasar desapercibido, continúa alimentando debates sobre poder, privilegios, discurso público y desigualdad en el acceso a la expresión dentro del contexto cubano actual.

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