Arrestan a hombre que abusaba sexualmente de animales y después los asesinaba
Redacción de CubitaNOW ~ martes 13 de mayo de 2025

Este lunes, la ciudad de Cienfuegos fue sacudida por un caso espeluznante que involucró un acto de crueldad animal a una escala inusitada. Yordenis Torres Mendoza, un hombre residente en el reparto La Juanita, fue arrestado luego de que vecinos y activistas denunciaran un horror oculto dentro de su hogar: un “cementerio” improvisado con los cuerpos de decenas de animales, entre ellos perros, gatos y otras especies. Los detalles del caso fueron revelados inicialmente por el activista Maikel Hernández, quien, a través de las redes sociales, compartió imágenes escalofriantes que rápidamente se viralizaron.
La denuncia fue rápidamente tomada en serio, lo que llevó a una intervención conjunta de vecinos, defensores de animales, agentes de la Policía Nacional Revolucionaria y el jefe de sector del barrio. La operación culminó con la captura de Torres en plena Avenida 5 de Septiembre, una de las arterias principales de Cienfuegos. Durante la intervención, se logró rescatar tres animales vivos: dos perras y una chiva. Los tres fueron trasladados al refugio “Salud Animal Mila & Luna”, donde actualmente reciben atención médica y el cariño que les fue negado durante su cruel cautiverio.
Sin embargo, lo que más conmocionó a la comunidad fue el hallazgo dentro de la casa de Torres. Los agentes encontraron los restos de decenas de animales enterrados, muchos de los cuales, según los activistas, habían sido víctimas de abusos sexuales y asesinatos. Maikel Hernández no escatimó en palabras para describir la escena, calificándola como una "pesadilla", con seres inocentes brutalmente maltratados y asesinados en circunstancias inimaginables.
Este caso pone en evidencia la falta de acción del Estado cubano frente al maltrato animal. A pesar de que existe un Decreto-Ley de Bienestar Animal en el país, muchos activistas y ciudadanos coinciden en que la ley es insuficiente y rara vez se aplica con la fuerza que requiere una problemática de tal magnitud. El temor generalizado es que, a pesar de la gravedad de este caso, la denuncia termine siendo ignorada o archivada, como ha sucedido en otros episodios similares.
Hernández hizo un llamado enérgico, subrayando que, aunque se hayan salvado tres vidas, muchas otras no corrieron la misma suerte. La denuncia y la visibilidad del caso fueron posibles gracias a la colaboración ciudadana y la difusión en redes sociales, pero la impunidad sigue siendo un tema constante. Este caso no es aislado, sino parte de un patrón que se repite en varias provincias del país, donde las denuncias de maltrato animal a menudo no reciben la atención que merecen.
En otras localidades, como La Habana, también han surgido denuncias de crueldades similares. Recientemente, se reportó la venta ilegal de un aura tiñosa herido en las redes sociales, como si se tratara de un simple artículo de segunda mano. También, en el Cerro, una escena desgarradora de un perro golpeado y abandonado en un basurero se viralizó sin que se ofreciera una respuesta oficial o se tomaran acciones para castigar a los responsables.
Este patrón revela una triste realidad: el abuso animal no es un incidente aislado en Cuba, sino una creciente problemática que sigue sin respuesta institucional. Mientras tanto, son los activistas, refugios y ciudadanos quienes toman la iniciativa para visibilizar estos horrores, luchando por la protección de los derechos de los animales y el respeto por su bienestar.
A pesar de que la captura de Torres Mendoza ha sido celebrada como una victoria por los defensores de los animales, queda claro que la batalla está lejos de terminar. El caso de Cienfuegos, aunque significativo, pone de manifiesto que en Cuba falta una verdadera voluntad política para implementar y hacer cumplir las leyes de protección animal. Mientras el Estado no muestre un compromiso firme y real con la protección de los derechos de los animales, seguirá siendo responsabilidad de la sociedad civil continuar con la denuncia, la visibilidad y el rescate de vidas inocentes.
En conclusión, el caso de Cienfuegos es solo una pequeña victoria en una guerra más grande que aún está por librarse. Las leyes son importantes, pero sin una voluntad real para hacerlas cumplir, los abusos seguirán ocurriendo. Solo con un cambio cultural y el fortalecimiento de las políticas públicas se podrá erradicar este tipo de atrocidades y garantizar que los animales en Cuba reciban el respeto y protección que merecen.