La activista cubana exiliada Saily González Velázquez, conocida popularmente como “Saily de Amarillo”, se unió este fin de semana a una protesta nacional contra el presidente Donald Trump, en la ciudad de Alejandría, Virginia.

La movilización formó parte del movimiento #NoKings, una iniciativa de sectores progresistas y de la izquierda demócrata que denuncia lo que consideran tendencias autoritarias en el discurso y las acciones de Trump y su entorno político.

Durante la manifestación, Saily expresó de manera contundente su rechazo a lo que califica como "intentos de socavar el sistema democrático estadounidense". En declaraciones públicas y publicaciones en sus redes sociales, afirmó: “No todos los cubanos apoyamos a quien quiere ser dictador. Algunos reconocemos uno cuando lo vemos. Sin debido proceso no hay democracia.” Su mensaje tuvo eco en decenas de publicaciones que se hicieron virales durante el fin de semana, y que mostraban pancartas, banderas y cánticos contra el mandatario republicano.

El evento se celebró de manera simultánea al desfile militar que tuvo lugar en la ciudad de Washington D.C., como parte de los actos oficiales por el aniversario 250 del Ejército de los Estados Unidos. El desfile, aunque concebido como una conmemoración histórica, fue criticado por varios grupos civiles por coincidir con el cumpleaños número 79 de Donald Trump, lo que, según los activistas, le otorgó un matiz excesivamente politizado.

Las protestas bajo el lema “No Kings” se llevaron a cabo en más de 2.000 ciudades del país, impulsadas por organizaciones que advierten sobre un aumento en la retórica autoritaria por parte de figuras conservadoras. Saily González se sumó a este esfuerzo desde su nueva residencia en Virginia, donde ha continuado su labor como activista en defensa de los derechos civiles y la democracia.

“El que ha vivido una dictadura no debe aplaudir gestos autoritarios, vengan de donde vengan,” escribió en su perfil, donde también compartió fotografías y videos de la manifestación. La activista subrayó que su presencia no fue motivada por afinidades ideológicas particulares, sino por un compromiso firme con los valores democráticos.

“No me exilié para quedarme callada. Protesto porque puedo y porque debo. La Primera Enmienda no es solo un derecho; es una responsabilidad para quienes valoramos la libertad,” agregó.

Desde que salió de Cuba, Saily se ha destacado por mantener una postura crítica tanto hacia el régimen cubano como hacia cualquier expresión de autoritarismo en su nuevo contexto. Su participación en esta protesta refuerza su perfil como una voz independiente dentro del exilio cubano y como parte de una nueva generación de líderes que cuestionan tanto la dictadura que dejaron atrás como las amenazas que perciben en sus nuevos entornos democráticos.

De los perfiles de © LaTijeraNews y Saily González

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