Según las propias redes sociales de Víctor Mesa y de Rey, quien aparece como anfitrión del Airbnb, la vivienda, ubicada en el Vedado capitalino, es mucho más que una propiedad de alquiler a 200 dólares la noche; es un homenaje vivo a la carrera de uno de los personajes más polarizantes del deporte cubano.

El inmueble consta de siete habitaciones, siete baños y una decoración que respira béisbol desde cada rincón. Numerosos objetos, fotografías, camisetas y trofeos del propio Mesa adornan los espacios comunes, configurando un ambiente único que fusiona la historia del béisbol cubano con el confort de un alojamiento de alta gama.

La promoción reza: “Casa grande, sin problemas de energía, Vedado, 7 dormitorios, con Wifi”. El anfitrión, identificado como Rey, señala que el lugar es ideal para grupos grandes, con camas king size en los dormitorios principales, climatización completa y servicio doméstico incluido. A pesar de que el promedio de renta ronda los 250 dólares por noche, existen opciones de descuento según la duración de la estadía.

El lujo no está exento de debate. Muchos internautas consideran contradictorio que una figura del deporte revolucionario cubano explote comercialmente una propiedad en su país natal mientras reside en Estados Unidos.

“El que fuera símbolo del béisbol revolucionario, ahora monetiza sus recuerdos en un país que vive en penurias. ¿Es esta una muestra de emprendimiento o de cinismo?” Esa es la pregunta que ronda en redes sociales. Algunos defienden a Mesa, señalando que tiene derecho a generar ingresos con su patrimonio; otros lo acusan de “doble moral”.

No es el único caso de una figura pública cubana que mantiene negocios en la Isla desde el exterior, pero su historia siempre ha tenido un componente extra de polémica.

Víctor Mesa fue conocido por su estilo provocador dentro y fuera del terreno, y ahora, con esta casa convertida en museo personal y hospedaje de lujo, extiende su legado a otra dimensión: la del turismo deportivo. ¿Será este un nuevo capítulo brillante en su historia o una mancha más para quienes nunca aplaudieron su forma de actuar?

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