En un nuevo capítulo de la alianza entre Rusia y Cuba, el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Serguéi Shoigú, anunció el otorgamiento de nuevas líneas de crédito para la isla, con el objetivo de "mitigar los efectos del embargo económico impuesto por Estados Unidos". Este anuncio, realizado durante una reunión con el ministro del Interior cubano, Lázaro Alberto Álvarez, en San Petersburgo, refuerza la cooperación histórica entre ambos países.

Shoigú subrayó la importancia de las relaciones entre Cuba y Rusia, calificándolas como "fuertes y duraderas", y recordó que la colaboración ha "superado la prueba del tiempo". El funcionario enfatizó que Cuba es uno de los aliados más cercanos de Rusia en América Latina, y señaló que el apoyo no solo se limitará al ámbito económico, sino también a la cooperación en seguridad, servicios especiales y cuerpos policiales.

Este nuevo paquete de crédito llega en un momento crítico para Cuba, que enfrenta una profunda crisis económica agravada por la escasez de productos básicos, una inflación desbordada y el impacto del embargo estadounidense. En los últimos años, Rusia ha reforzado su papel como salvavidas económicas de la isla, con acuerdos que han permitido el acceso a productos esenciales como trigo, aceite y fertilizantes, vitales para la frágil economía cubana.

Sin embargo, la creciente dependencia de la economía cubana del apoyo ruso genera interrogantes. Mientras que para el régimen cubano estas nuevas líneas de crédito representan una solución inmediata a sus problemas financieros, otros ven un riesgo de mayor subordinación a Moscú. A pesar de la retórica oficial, algunos expertos consideran que la profundización de los lazos económicos con Rusia podría limitar la capacidad de Cuba para diversificar sus relaciones internacionales y encontrar soluciones sostenibles a largo plazo.

Recomendado para ti